Gibraltar ve "ridícula" la queja por la visita de congresistas de EE UU
El ministro principal de Gibraltar, Peter Caruana, considera "increíble" y "ridículo" que el Gobierno español haya convocado al embajador norteamericano en España, Ed Romero, para quejarse por la visita al Peñón de una delegación del Congreso norteamericano que realizaba una gira por el Mediterráneo. "Es increíble que el Gobierno español se queje por el mero hecho de que congresistas norteamericanos visiten Gibraltar y se entrevisten conmigo. Es una postura democráticamente indefendible e injustificable", afirmó Caruana en un comunicado.
Según el jefe del Ejecutivo gribaltareño, es dudoso que "el Gobierno o el Parlamento norteamericanos estén dispuestos a permitir que el Ministerio de Asuntos Exteriores español les diga adónde pueden ir y con quién pueden hablar".
"Creo que el ministerio hace un poco el ridículo. A menos de que estime que los argumentos españoles sobre Gibraltar dependen para su éxito de que no se escuchen los del contrario", agregó el máximo responsable gubernamental de la colonia británica.
De gira por Oriente
La Comisión para la Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes del Congreso de Estados Unidos, formada por siete diputados, con su presidente al frente, el republicano por el Estado de Carolina del Sur, Floyd Spence, visitó la pasada semana Gibraltar en el marco de una gira que realizaban por Oriente Medio y el ámbito Mediterráneo.
Los congresistas, que recorrieron también la base española de Rota, llegaron a la Roca desde Lisboa, donde visitaron instalaciones de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
La embajada norteamericana en Madrid no quiso hacer comentarios a la decisión del Ministerio de Asuntos Exteriores español de convocar al embajador Romero para expresarle su queja por la visita de la delegación del Congreso de los Estados Unidos de América.
Otras fuentes señalaron que en ningún caso la delegación estadounidense tenía previsto desplazarse en avión a Gibraltar desde suelo español, ya que ese hipotético vuelo contravendría la actual legislación española.
Gibraltar sigue siendo, hasta la entrada en vigor de la nueva estructura militar de la OTAN, una base de cuarto nivel de la Alianza atlántica en la que fondean a menudo unidades navales norteamericanas pese a que a escasas millas se encuentra la base de Rota, donde pueden fondear unidades de propulsión nuclear.
Armas en los buques
Además, se mantiene el compromiso español de no preguntar a los buques de Estados Unidos que atracan en sus puertos o surcan sus aguas territoriales si llevan o no armas atómicas a bordo.
La protesta española se produce en el marco de un progresivo endurecimiento de Exteriores con las autoridades del Peñón.
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