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Arzalluz rebaja el tono de sus críticas a Tarradellas en una charla con Pujol

El líder del Partido Nacionalista Vasco (PNV), Xabier Arzalluz, telefoneó ayer al presidente catalán, Jordi Pujol, para rebajar el tono de las críticas que había lanzado la víspera contra Josep Tarradellas. Pujol, según fuentes de la Generalitat, reprochó a Arzalluz lo que consideró una injerencia inoportuna en la política catalana por parte del político vasco. Las mismas fuentes señalaron que la conversación sirvió para salvar la entrevista entre Pujol y Arzalluz prevista para febrero y que anteayer estuvo a punto de ser cancelada por el líder catalán.

Pujol expresó a Arzalluz el malestar que le produjeron las palabras que el líder del PNV dedicó a Tarradellas el martes, justo el mismo día en que se conmemoraba el centenario del nacimiento del ex presidente de la Generalitat y que el Gobierno nacionalista catalán rendía por primera vez solemne homenaje al político republicano, fallecido en 1988. Precisamente el día en que, al cabo de más de 20 años, Pujol accedía a aparcar por primera vez en público su histórico enfrentamiento con Tarradellas, el político vasco, aliado de Pujol en la trilateral nacionalista formada por Convergència i Unió (CiU), el PNV y el Bloque Nacionalista Galego (BNG), abría la jornada tachando a Tarradellas de "ególatra del carajo de la vela". Las palabras de Arzalluz provocaron el rechazo unánime de todas las fuerzas catalanas, a excepción del Partit per la Independència, y movieron a Pujol a estudiar la posible suspensión de una reunión que tenía prevista con Arzalluz para el mes de febrero en Barcelona. Pero la conversación telefónica que ambos mantuvieron ayer sirvió para quitar hierro al asunto y para disipar la amenaza de cancelación del encuentro. Esta reunión, según fuentes del Gobierno catalán, podría celebrarse el 10 de febrero, cuando Arzalluz visite Barcelona invitado por la Fundación Trias Fargas. No obstante, el líder del PP catalán, Alberto Fernández, insistió ayer en pedir a Pujol que no reciba a Arzalluz hasta que éste no se retracte. El homenaje de anteayer no sirvió para que el hijo de Tarradellas borrase de su memoria el olvido en el que el Gobierno de Pujol había tenido al ex presidente hasta ahora. Así lo hizo constar ayer en unas declaraciones en las que lamentó dicho olvido. El ex consejero de Tarradellas Josep Maria Bricall, por su parte, tachó al PNV de partido "absolutamente reaccionario" y "bastante terrorista".

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