La OTAN amenaza a Milosevic con una pronta acción militar

Estados Unidos y sus aliados de la OTAN advirtieron ayer al líder serbio Slobodan Milosevic de que la orden para un ataque militar sigue en vigor y que éste sólo podrá evitarse si el presidente serbio se pliega a las exigencias de la comunidad internacional. De entrada, Milosevic debe anular inmediatamente la orden de expulsión dictada el pasado lunes contra el jefe de la misión de observadores de la Organización sobre la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), el norteamericano William Walker.

Ése fue el mensaje que ayer llevó a Belgrado el comandante de las fuerzas militares de la OTAN, general Wesley Clark, quien alertó a las autoridades yugoslavas sobre la gravedad de la situación. El Gobierno de Belgrado accedió tan sólo a permitir que Walker siga en territorio yugoslavo 24 horas más. El Gobierno norteamericano contestó de inmediato que esa oferta es "inaceptable", y el portavoz del Departamento de Estado, James Rubin, declaró que Milosevic estaba "jugando con fuego". La propia secretaria de Estado, Madeleine Albright, se mostró contundente cuando dijo que "la orden de acción militar está sobre la mesa. Es efectiva". El representante de Estados Unidos en la Alianza Atlántica dijo que el peligro de un ataque era inminente. Otros países aliados, como Francia y Alemania, insistían anoche en agotar la negociación antes de la opción militar. Esta aparente división hace que se ponga en duda que pueda tomarse una decisión rápida, tal como se aseguraba en la sede de la OTAN. Rusia, el principal aliado de Yugoslavia en el Consejo de Seguridad de la ONU, se pronunció en contra de un ataque, a pesar de que ha condenado con dureza la matanza que ha desencadenado esta última crisis. El jefe del equipo de forenses yugoslavo que estudia los cadáveres de los 45 asesinados en Racak aseguró que "no hay ni una sola señal de que los albaneses fueran ejecutados".