El rector de la UAB critica que Mayor ofreciera una lista de jóvenes radicales

El rector de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), Carles Solà, se mostró ayer "estupefacto" por el hecho de que el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, ofreciera el lunes a los diputados los nombres y la ficha policial de 10 estudiantes que, según la policía, participaron en los incidentes del pasado día 14 en la UAB con motivo de la visita del presidente del Gobierno, José María Aznar. Mayor puso esta información a disposición de los miembros de la Comisión de Justicia e Interior del Congreso, pero ninguno quiso obtenerla.Para Solà, se trata de datos privados y confidenciales de personas sobre las que no pesa ninguna actuación judicial ni han sido condenados por nada. "No puedo garantizar que los participantes en la manifestación eran miembros de la UAB en su totalidad", añadió, "pero la mayoría lo eran, la mayoría eran de Letras y su decano así lo avala".

A José Borrell, candidato socialista a la Presidencia de Gobierno, le parece increíble que Mayor Oreja asegure que estos diez estudiantes pertenecen a grupos radicales catalanes que tienen contactos con Jarrai. "No puedo creer que nadie mínimamente bien informado", dijo, "pueda dar esta visión de la realidad catalana. Me parece inconcebible que se pretenda dar una explicación de lo ocurrido como si fuera el exponente de una situación endémica. Todo lo contrario. En pocas partes hay una situación universitaria tan tranquila como la hay en Cataluña". Solá aseguró que tenía la "convicción moral de que la primera acción de violencia física partió de los policías, que tenían instrucciones de no dejar pasar a nadie". "Da un poco de pena que el ministro se acoja a interpretaciones fáciles, como la de la provocación por facciones violentas", añadió, "es muy difícil decir que es una actitud defensiva disparar contra personas que están detrás de los cristales de un edificio".

El rector de la UAB espera que el nombramiento de Mariano Rajoy como ministro de Educación y Cultura sirva para "reconducir la situación" y que se abra la posibilidad de "reconciliar la universidad con los responsables de lo que pasó". "Me duele que ni el ministro de Interior ni la ya ex ministra de Educación se hayan dirigido al Rectorado", lamentó.

Desde el partido del Gobierno, sin embargo, se mantiene inamovible la versión de que todo fue provocado por un grupo minoritario de elementos violentos relacionados con Jarrai. El presidente del PP de Cataluña, Alberto Fernández Díaz, que había mantenido un cauto silencio sobre el asunto, responsabilizó ayer a jóvenes "muy afines al independentismo radical" de los incidentes. El PP catalán, dijo, "lamenta los hechos", pero pide que todos hagan una autocrítica, "tanto los que no previnieron la situación que se podía crear, como también aquellos que deberían descalificar actitudes de determinados colectivos".

"Poco tolerante"

Mayor Oreja, por su parte, calificó ayer de "poco democrática" y de "poco tolerante" la decisión del claustro de la UAB de declarar persona non grata al presidente del Ejecutivo. En declaraciones a Catalunya Ràdio, el ministro del Interior descartó que vaya a destituir a ningún cargo de responsabilidad por los incidentes y exculpó a la delegada del Gobierno Julia García Valdecasas. "Hay diferentes instancias en diferentes departamentos donde realmente se debería haber previsto mejor lo que ocurrió", añadió. Al portavoz de CiU en el Congreso, Josep López de Lerma, tampoco le parece justificable que se declare persona non grata al presidente del Gobierno, pero considera que Mayor Oreja "no estuvo demasiado afortunado". Jordi Pujol, por su parte, se limitó a decir que no comparte la tesis de que la responsabilidad fue únicamente de los estudiantes, como dijo el ministro. Aunque hubiera habido una provocación, dijo, "los policías deben aguantar porque es su oficio" y además "todo el mundo está de acuerdo en que faltó previsión". Y añadió escuetamente: "Es posible que haya que responsabilizar a alguien de lo que pasó".