Calma vendedora
La Bolsa española se detuvo en su escalada alcista, después de un par de sesiones con importantes revalorizaciones, y las ventas se impusieron en la mayoría de los valores pero sin demasiada contundencia. Los inversores no han querido perder la oportunidad de recoger beneficios antes de seguir tomando posiciones y, sobre todo, de ver desde fuera como se presenta el panorama internacional.
Existen ciertos recelos en los mercados ante el temor a un posible empeoramiento de la situación en Brasil, a pesar de que la mayoría de los expertos consideran que lo peor de la crisis ya ha pasado.
Madrid parece aguantar bien en los niveles actuales. Al cierre de la sesión el indicador perdió un 1%, tras dos jornadas en las que el índice acumulaba un avance del 7 mientras que el Ibex 35 consiguió mantenerse cerca de la referencia de los 10.000 puntos y finalizó con un descenso del 0,99%.
La apertura a la baja de la Bolsa neoyorquina no hizo más que provocar una mayor cautela y continuar con la toma de plusvalías. Como era de esperar, el sector bancario marcó el mayor descenso del mercado, con pérdidas en los grandes bancos superiores al 2% y la única excepción del Santander, que logró aguantar con una subida del 2,67%. El volumen negociado fue de 1.247 millones de euros (207.344 millones de pesetas), de los que 48.396 millones fueron para el Santander. En el mercado de deuda la rentabilidad del bono a 10 años bajó al 3, 85%, colocándose en mínimo histórico.
[Wall Street, que llegó a perder 100 puntos a media sesión, cerró con un avance de 14,67 (0,16%), en 9.355,22, gracias sobre todo al impulso de las compañías tecnológicas como Microsoft e IBM].
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