Batallas ecológicas sin miedo a las fianzas

Joan Ribó atisbó ayer un cambio en la sensibilidad medioambiental de la justicia valenciana y consideró el auto del TSJ como un precedente importante para que de ahora en adelante se consagre la tesis, ya esgrimida por el Tribunal Supremo, de que todos los humedales están protegidos por ley sólo por el hecho de serlo y sin que haga falta su catalogación. Así, Ribó lanzó un aviso a otros ayuntamientos (citó Oropesa) que urbanizan en sus marjales. No fue el único motivo de alegría. La sala acordó no imponer ninguna fianza a los denunciantes, "dado los intereses generales y públicos comprometidos". Una decisión celebrada por IDEA en cuanto que muchos ecologistas renuncian a denunciar delitos ecológicos por miedo a tener que afrontar fianzas millonarias que comprometerían sus magros recursos. El abogado José Luis Ramos dice que la interrupción de una obra puede suponer muchas pérdidas para los promotres urbanísticos y asegura que los de Massamagrell pidieron 1.100 millones de fianza y que se reían de ellos porque saben que no tenían tanto dinero. Pero el TSJ considera que IDEA no defiende sus intereses particulares, sino que evoca a un derechos de todos los ciudadanos: el del medio ambiente.