Los funcionarios de la cárcel de Soto del Real convocan un paro y amenazan con una huelga

Los funcionarios de la cárcel de Soto del Real amenazan con emprender una huelga de celo desde el próximo lunes. Es la respuesta que han preparado ante un posible fracaso de la reunión prevista para esta tarde con José Antonio Garrido, subdirector general de Personal de Instituciones Penitenciarias. Los sindicatos pedirán al representante de Interior que se reduzca el número de reclusos en Soto - de los 1.500 actuales a sólo 1.000- o la incorporación de 100 nuevos funcionarios de vigilancia a la plantilla del centro penitenciario (500 trabajadores).

En las últimas semanas la cárcel vive en tensión: dos presos han muerto por sobredosis de droga; cinco funcionarios han denunciado agresiones de los reclusos, y un internó, que padecía esquizofrenia aguda, mató a otro mientras dormía.Los sindicatos han denunciado que estos sucesos se han producido por la masificación que sufre Soto. Instituciones Penitenciarias lo niega. A la espera del desenlace de la reunión, los sindicatos UGT, CCOO, CSIF, ACAIP y SPL han convocado un paro de diez minutos en la puerta de la prisión para "reclamar soluciones a los problemas existentes".

Las medidas fueron acordadas por unos 150 funcionarios de la cárcel de Soto del Real que asistieron ayer a la asamblea convocada por todos los sindicatos para informar a los trabajadores de la situación del centro penitenciario.

Carlos García, del sindicato CSI-CSIF, declaró a Europa Press que las medidas de presión dependen del resultado de la reunión. "No tenemos grandes esperanzas, ya que nos tememos que la Subdirección va a intentar capear el temporal y a dar soluciones a largo plazo", declaró Carlos García.

"Cada vez que un interno sale del módulo para entrevistarse con sus abogados deben acompañarle dos funcionarios. Teniendo en cuenta que se producen de 150 a 200 entrevistas de este tipo a diario en la cárcel, el colapso puede ser impresionante si emprendemos la huelga de celo y trabajamos a reglamento", explicó.

Juan Carlos García, representante de CCOO, se muestra más optimista: "Que un miembro de la cúpula de Instituciones Penitenciarias se acerqué a la cárcel es un paso a tener en cuenta. Ahora hace falta que atiendan las reclamaciones para acabar con la inseguridad que hay en la prisión". El delegado de la Agrupación del Cuerpo de Ayudantes de Istituciones Penitenciarias (ACAIP) en la cárcel de Soto, José Ignacio Delgado, explicó que "si fracasa la reunión y se aprueba la huelga de celo, la cárcel se bloquearía, ya que se trabajaría como exige la normativa"

Para Delgado, la Dirección General de Instituciones Penitenciarias, debe tomar medidas para evitar "nuevas agresiones a los funcionarios y peleas y conflictos entre los propios internos".

La mitad de los funcionarios ha pedido el traslado a otro centro por los problemas que existen en Soto, según los sindicatos. UGT llega más lejos en sus peticiones y exige el cese del Minitro del Interior, Mayor Oreja y el retorno del personal de Instituciones Penitenciarias al Ministerio de Justicia. Para este sindicato, en cada celda debe haber un recluso (en Soto del Real hay dos internos en cada habitáculo) y hay que llevar a cabo inversiones en medios materiales, tanto de seguridad como estructurales. Comisiones Obreras sostiene que serían necesarios 125 funcionarios enla cárcel para que la plantilla cumpliese las tareas que la normativa penitenciaria establece. UGT reduce esta cifra a 60 trabajadores, aunque recuerda que la noche del pasado martes, cuando se cometió el último crimen en Soto (un preso degolló y mutiló salvajamente a otro), había un sólo funcionarios de prácticas para atender los módulos I y II. Este sindicato, además, denuncia que desde el pasado verano han sido agredidos 30 funcionarios en la cárcel. "Son datos estemecedores. El 90% de los funcionarios agredidos tuvo que ausentarse del trabajo", señala UGT.

Poco absentismo laboral

Los sindicatos, con todo, mantienen que pese a los problemas de la cárcel, la prisión es uno de los centros con menos absentismo laboral de España. Además han denunciado el hacinamiento del centro al PP, PSOE, IU y Nueva Izquierda. También van a mandar un informe al Defensor del Pueblo y al Consejo General del Poder Judicial. Insisten en que Soto ha pasado de 1.000 a 1.500 presos en apenas siete meses, desde que se cerró Carabanchel. Instituciones Penitenciarias aclaró, por su parte, que la situación de la cárcel es normal. "En la actualidad hay 573 trabajadores en Soto, de los cuales 507 son funcionarios y 66 laborales, mientras que la población reclusa asciende a 1.504, de los cuales 1.047 son preventivos y 457 penados".La cárcel de Soto se construyó en 1991 para sustituir a la de Carabanchel, que era un centro de preventivos.