Pujol lamenta que Cataluña tenga que exhibir una "sobredosis de lealtad"

El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, se desplazó ayer a Madrid para entregar el premio Blanquerna al ex diputado del PP Miguel Herrero de Miñón. La Generalitat concede la mencionada distinción a las personalidades que más se han destacado en favorecer el conocimiento y proyección de Cataluña.En el acto, Pujol lamentó que Cataluña "tenga que exhibir una sobredosis de lealtad", en alusión a la Constitución vigente. Pujol advirtió que la lealtad no implica que Cataluña deba renunciar a las reivindicaciones más históricas.

"Cualquier cosa que haga referencia a Cataluña debe tratarse con gran prudencia porque la historia ha sido dramática", prosiguió el presidente de la Generalitat de Cataluña.

Pujol recordó que ha llegado el momento de renovar ciertos planteamientos como la financiación autonómica y el reparto territorial del poder político. Un momento idóneo porque, según sus palabras, "Cataluña ha cumplido con el compromiso de contribuir a convertir España en un país nuevo".

El presidente catalán destacó que Herrero y Rodríguez de Miñón, con sus libros y escritos periodísticos, "siempre ha mostrado una actitud de comprensión" con Cataluña, "diciendo lo mismo en Barcelona que en Madrid". El premiado, que afirmó ser "pujolista" desde 1977, ya que España "está sobrada de políticos y necesita estadistas", consideró que "una España pacífica, democrática y moderna sólo es posible con una Cataluña integrada".

"Cataluña una nación por su lengua, derecho, arte, tradición y el factor subjetivo del ser, y el problema es cómo situarla en la realidad política de España, que para unos es una nación y para mí es una supranación". A juicio de Miguel Herrero, es esta comunidad la que debe decidir cómo articularse en el Estado común y su encaje está pendiente, si bien reconoció que su Estatuto de autonomía constituyó un "paso gigantesco", si bien precisó que, además de competencias y recursos, necesita hacer algo más, no tanto cuantitativamente, como cualitativamente. Para Herrero y Rodríguez de Miñón, este paso se puede hacer con la Constitución y el Estatuto, a través de una relación paccionada "de beneficios y cargas" con el resto del Estado, aunque para ello es necesario que surja un "estado de opinión, hoy por hoy inexistente".