Sólo el ministro de Trabajo conocía con antelación su nuevo cargo

José María Aznar tomó la decisión de anunciar ayer su primer reajuste de Gobierno, que venía gestando desde hace tiempo, tras su retiro de este último fin de semana. Sus colaboradores más próximos, aunque no sabían su alcance, estaban convencidos desde el viernes al mediodía de que "habría cambios" y que se darían a conocer el lunes.El presidente no celebró ayer su habitual reunión de maitines los lunes con la cúpula de su Gobierno y su partido en La Moncloa. Desde las 10.30 hasta el mediodía estuvo reunido con una representación del Partido Popular Europeo (PPE). Aprovechó el margen entre las 9.00 y las 10.30 para despachar, uno a uno, con los nuevos ministros y los cesantes. Fueron conversaciones breves y rápidas.

Hubo una excepción: el hasta ahora ministro de Trabajo Javier Arenas. Al nuevo secretario general del Partido Popular le notificó su nombramiento el domingo por la tarde. No obstante, Arenas ya lo sospechaba.

El pasado viernes había comunicado a un alto cargo del Partido Popular: "Seas tú o yo el próximo secretario general, todos tenemos que ayudarnos".

Desde el mediodía de ayer comenzaron a trascender los cambios. Aznar rehuyó darlos a conocer a las 18.00 horas en un acto celebrado en la Residencia de Estudiantes. "Este fin de semana puse en marcha todo lo que tenía que poner en marcha", se limitó a señalar. Esperó a las 19.30 para anunciarlos, en la reunión de la Comisión Permanente del PP, en la que subrayó que los cambios los tenía decididos desde hacía algún tiempo. Media hora después, el propio portavoz del Ejecutivo, Josep Piqué, desde La Moncloa, daba rango oficial a unos nombramientos que entonces ya eran conocidos desde hacía unas horas.