Fútbol práctico
El Villarreal anuló la creatividad del Racing
El Racing quiere ganar, en El Sardinero, pero no puede. La última vez que lo intentó con éxito fue el pasado 14 de noviembre, ante el Salamanca (4-1). Desde entonces, no ha vuelto a conocer el sabor de la victoria. Ante el Villarreal no pudo soportar la fuerte presión ejercida
en todo el campo por el cuadro de Irulegui. Con un sistema de juego clásico, algunos le llamarán anacrónico, marcaje de hombre a hombre, el Villarreal anuló la capacidad creativa del adversario.
El partido nació con dominio, juego y ocasiones de gol a favor del Villarreal. Por dos veces consecutivas, Alfaro erró cuando se éncontraba solo ante Ceballos. El Racing pagó caro la errante de Víctor, por el centro es un navegante sin rumbo, sin embargo, cuando se escora hacia los costados, recupera su capacidad de maniobra.
La entrada de Amavisca hizo concebir grandes esperanzas. El defensa Arzeno empataba la contienda nada más entrar en el campo el jugador ex madridista. Recién salido de las cárceles del fútbol, Amavisca necesita un periodo de adaptación, cuando recupere la alegría de vivir será otra vez el jugador carismático que necesita el Racing.
Por un momento, se repitió el tándem Víctor-Amavisca, los dos jugadores que utilizaba el Real Madrid de Capello en el juego de las bandas. Fue otra ráfaga de ilusión. Ayer, el realismo de Irulegui se impuso a cualquier otra especulación. Todos los hombres del Villarreal jugaron para su equipo, dejaron el brillo individual para mejor ocasión. Un ejemplo, Craioveanu, un goleador nato que invirtió ayer los términos. El primer gol de su equipo nació de una jugada suya por la banda derecha, ganó en la carrera a Txema y Merino y su centro al área racingista lo remató impecablemente Christiansen.
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