Narbona apuesta por aplazar la reapertura de Aznalcóllar

La representante del grupo socialista en la comisión de Medio Ambiente en el Congreso, Cristina Narbona, ha defendido la tesis del Ministerio de Medio Ambiente y del consejero de Medio Ambiente de la Junta, José Luis Blanco, sobre la reapertura de la mina de Aznalcóllar. Narbona apostó por aplazar el reinicio de la actividad en el yacimiento minero hasta conocer los resultados de los informes que deben presentar la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y el Instituto Geológico Minero sobre la impermeabilidad de la antigua corta minera, donde irían a parar los residuos de la extracción de minerales. En declaraciones a la Cadena SER, Cristina Narbona consideró que Aznalcóllar "no debe abrirse hasta que no existan todas las garantías" que demuestren la desaparición de "riesgos" originados por la extracción de minerales. La ausencia de los informes necesarios ha provocado que la representante socialista considere que actualmente "no se dan las garantías para tomar esta decisión" y por tanto comparte el dictamen contrario a la reapertura emitido por los miembros del Patronato de Doñana, reunidos la pasada semana. Contradicciones La opinión de Narbona se contradice con la del consejero de Trabajo e Industria, Guillermo Gutiérrez, que el pasado miércoles dijo "no compartir" la negativa del Patronato de Doñana y acusó a la ministra de Medio Ambiente, Isabel Tocino, de actuar de manera "imprudente y precipitada". Para Gutiérrez, Isabel Tocino no debía haber convocado la reunión del Patronato ya que conocía la falta de la documentación requerida y que tenía que haber sido emitida por la Confederación y el Instituto Geológico Minero, ambos organismos dependientes del ministerio de Medio Ambiente. Guillermo Gutiérrez se ha convertido en férreo defensor de la mina, de cuya producción dependen 500 trabajadores y las empresas auxiliares contratadas por Boliden. La plantilla se encuentra afectada por un expediente de regulación de empleo desde el pasado 25 de abril, cuando se produjo el vertido de los lodos tóxicos por la rotura de la balsa. Sin embargo ni los empleados ni la propietaria de la mina, Boliden, quieren agotar el expediente, en vigor hasta el mes de junio, ya que pondría en peligro la continuidad de la mina. Hasta el momento Boliden cuenta con el compromiso de sus clientes de aceptar una demora en la entrega del mineral, pero los plazos se incumplirán si la reapertura no se produce en marzo o abril. Los habitantes de la localidad sevillana han demandado la urgente reapertura de las instalaciones mineras de las que depende un gran número de familias.