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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Puedes

Los domingos por la tarde en Madrid, cuando todos los coches se encuentran aparcados -incluso mal aparcados-, puedes pasear de la mano de tu amada y decirle te quiero sin levantar la voz. Puedes -¡ya lo creo que puedes!- mirarla a los ojos mientras se lo dices, sin temor de ser atropellado o de que sea tu lisonja la atropellada por el claxon de un energúmeno.Y, además, puedes hacerlo con calma, deleitándote. Poniendo toda la ternura de que eres capaz -si es que todavía eres capaz- mientras rozas la punta de sus dedos con los tuyos. Dejando que el olor de su cabello te transporte a los Cuatro Vientos, que es donde vives, en vez de la nauseabunda peste del 39.

Si un domingo a las tres te sientas en un banco, con ella, y miras durante media hora una fachada cualquiera del barrio de Salamanca, seguro que llegas a atravesarla.

Te darás cuenta de lo injusta que es la vida: ellos ahí dentro, rodeados de lujos y de vecinos a los que conocen por su perro, y tú, abrazándola y dedicándole, sólo a ella, tu beso más sincero. ¡Ay!, si lo supieran, se asomarían envidiosos por la ventana e intentarían cambiar de barrio.

Y sería en vano: los lunes, todos los bancos de la ciudad están en obras. Los martes les salen pinchos. Y, a partir del miércoles, empiezan a hacerse invisibles a los ojos de los madrileños. Sólo después del aperitivo del domingo se materializan y pierden sus defensas. Entonces ya puedes volver a las fachadas y a los besos.

¡Eh, tú!: ¿cuántas veces le has dicho al parabrisas te quiero tanto, a cien por hora, a punto de ponerse el semáforo en verde? ¿Cuántas has tenido que atarla al móvil para mantener una conversación que nunca repetirías?

¿Cuántas que vas al cine a relajarte y no a divertirte, como cuando tenías 14 años? ¿Cuántas rebajas te quedan por chupar? Son preguntas que, si no tuvieras tantas cosas en la cabeza, tampoco serías capaz de responder.

Alcalde Álvarez del Manzano, "socio", haz algo: tan sólo nos quedan las tardes de los domingos.-

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