La policía perdió los nervios y cargó hasta la Facultad de Letras

Mientras el presidente del Gobierno, José María Aznar, visitaba el Centro Nacional de Microelectrónica (CNM), el pasado jueves, la policía inició una intensa carga policial en la que participaron decenas de agentes y que llegó hasta el corazón de la Facultad de Filosofía y Letras, donde se encontraban estudiantes, profesores y trabajadores totalmente ajenos a la manifestación. Hacía más de una hora que unos 200 estudiantes y los agentes de policía, que al principio eran menos de una decena, forcejeaban en los alrededores del CNM. Los estudiantes coreaban eslóganes como "fuera fascistas de la universidad" y lanzaban ocasionalmente insultos y piedras contra los agentes. Un policía perdió los nervios, empezó a dar los primeros porrazos y fue secundado por otros agentes. La tensión fue subiendo de tono y de las porras pasaron a los botes de humo y balas de goma. Fueron estos instantes los que pudieron captar los fotógrafos y las cámaras de televisión. Pero la carga más contundente se produjo, sin cámaras, alrededor de las 13.30 horas. Cuando Aznar y los periodistas gráficos se encontraban dentro del CNM, decenas de agentes iniciaron una ofensiva conjunta con el fin de disolver definitivamente la manifestación. La policía acorraló a los jóvenes disparando incesantemente botes de humo y bolas de goma, y los estudiantes huyeron hacia la facultad. No obstante, la policía no se conformó con la retirada y continuó la persecución. Los enfrentamientos dejaron de situarse ya en la carretera que limita el campus y entraron en el corazón mismo de la facultad: entre la antigua biblioteca de Letras y el ala del edificio de la facultad donde se ubican la mayoría de las aulas. Se improvisó en este punto una auténtica batalla campal. Los agentes siguieron disparando, pese a que la mayoría de personas que se encontraban en esta zona ya no pertenecían a la manifestación. Los estudiantes, por su parte, improvisaron una barricada justo delante de la puerta de acceso a las aulas.Retirada

En medio de una gran humareda -por los botes de humo y porque se prendió fuego a la barricada-, la policía se acabó replegando en el otro extremo del camino, alrededor de la antigua biblioteca de Letras. Finalmente, y tras algunos minutos de incertidumbre, los agentes se retiraron y volvieron a la carretera que limita el campus, donde anteriormente habían impedido el paso a los manifestantes. Esta última carga policial concentró a la casi totalidad de los agentes desplegados, con lo que el acceso a los alrededores del CNM quedó completamente accesible a los estudiantes. Mientras los policías se enfrentaban a los manifestantes, las personas que lo desearon pudieron ir tranquilamente hacia el CNM. A la salida algunos estudiantes abuchearon al presidente.