JUAN LARRACOECHEA MEDICO "La reproducción asistida quita romanticismo a tener un hijo"

Su apellido es complicado, pero él es muy sencillo. Juan Larracoechea nació en Bilbao y estudió en Madrid, pero siempre ha trabajado en Málaga. Desde hace más de 25 años, hace que lleguen a buen parto los embarazos más difíciles. Algunos casi imposibles. Jefe del Servicio de Obstetricia del hospital Carlos Haya dice que de no haber sido médico le hubiera gustado ser arquitecto. No eligió esa carrera, pero ha construido, solo que de otra manera. P: ¿Por qué es tan importante el hijo propio? R: Es consustancial al género humano. En el hijo las parejas ven una prolongación. En general, las parejas sienten frustración cuando no tienen un hijo y hacen todo tipo de sacrificios para conseguirlo. Probablemente sea un instinto de especie lo que nos obliga a reproducirnos. Las connotaciones sociales influyen, pero hay algo de instintivo que existe en todas las especies. P: ¿Habiendo niños para adoptar? R: La adopción va en aumento; en Occidente no hay suficientes niños para adopción, pero no podemos deslindar los instintos de la especie que nos hacen tener hijos. Es rara la pareja que pasa a la adopción directamente. La mayoría exprime todas sus posibilidades antes de dar un paso así. Pero el grado de bienestar ha aumentado, la gente puede adoptar y debe hacerlo. P: Superar las dificultades para tener un hijo es muy sacrificado... R: Sí y todo lo que de romántico tiene el hecho reproductivo se pierde casi en su totalidad con la reproducción asistida, pero gracias a estas técnicas muchas parejas pueden satisfacer su deseo de tener un hijo. Para el equipo médico también es frustrante no conseguirlo, pero si miramos hacia atrás, ahora tenemos más éxito (entre el 80 y el 90%) y quizás en unos años los éxitos estén muy próximos al 100%. Hace 25 años, la sociedad no tenía esta demanda porque tampoco tenía las soluciones. P: Unos buscan un hijo y otros los abandonan... R: Es chocante, pero la sociedad de la opulencia crea al lado una sociedad marginal en la que ocurren estas cosas. P: Cada vez se tienen menos hijos? R: Es un cambio muy negativo para el futuro. Los países más adelantados, que ya han pasado por esta experiencia, están promocionando fuertemente la natalidad y volviendo a tener más niños. Nosotros estamos en un crecimiento mínimo nada deseable y que se debe a la incorporación de la mujer al mundo laboral, a la inseguridad en el trabajo. Una mayor protección frente al embarazo, un mayor estímulo al nacimiento, es un camino que han empezado a recorrer los países del Norte de Europa y que ya están retomando el crecimiento. Ahora mismo nosotros vivimos una situación mala; ha disminuido demasiado la natalidad. Un país no puede envejecer, necesita gente joven.