La Mesa de Ajuria Enea cumple 11 años en estado de muerte clínica
La Mesa de Ajuria Enea cumple hoy 11 años, sin celebraciones y sin que el órgano con el que el lehendakari Juan José Ibarretxe aspira a sustituirla, que incorporaría a HB, haya echado a andar. Más aún: el PP y el PSE esperan con poco entusiasmo la llamada de Ibarretxe y advierten que no compartirán ningún foro con los radicales mientras no condenen los actos de violencia. El año transcurrido desde la conmemoración del décimo aniversario de la firma del Acuerdo, ha deparado muchos cambios y todos salvo uno, el propio alto el fuego, resultan negativos y dificultadores de la nueva tarea de Ibarretxe. Se rompió el Gobierno tripartito, sustituido ahora por el ejecutivo nacionalista en minoría, obligado a negociar el apoyo parlamentario de EH y agresivamente cuestionado por el PP y el PSE-EE; se firmó el acuerdo de Lizarra, y con él se abrió un abismo entre nacionalistas y no nacionalistas; las elecciones de octubre reconfiguraron una relación de fuerzas que, aún manteniendo la que había entre nacionalistas y no nacionalistas en los mismos términos en que se hallaba, ha supuesto una redistribución del peso dentro de cada bloque y fortalecido al PP y a la agrupación electoral de HB, Euskal Herritarrok. Para los nacionalistas la tregua de ETA ha puesto en vigor el punto 10 del Acuerdo de 1988, el que se refiere al diálogo político una vez que se acredite el fin de la violencia, pero el Gobierno se mantiene distante de esta postura y un gran trecho separa los deseos de los primeros de acelerar el acercamiento de los presos etarras y la política penitenciaria que Madrid considera adecuada. Diez meses sin reunirse La Mesa de Ajuria Enea lleva 10 meses sin reunirse e Ibarretxe, pese a la reclamación de la dirección federal del PSOE para mantenerla y la del portavoz de Gobierno, Josep Piqué, para que sea la propia Mesa quien decida sobre su futuro, no tiene intención alguna de convocarla. Tampoco precisa las intenciones que alberga respecto al foro que la sustituiría. La cercanía de las elecciones municipales no aumenta las posiblidades de que Ibarretxe logre acercar a los partidos a algún lugar común antes del verano. El lehendakari habló ayer con distancia del órgano liderado por Ardanza durante 10 años. Llamó a no mitificarlo ni sacralizarlo, porque "lo importante no son los instrumentos, sino que los instrumentos consigan los objetivos". Carlos Garaikoetxea dijo que el Pacto, en los términos en que fue concebido, "ha pasado a la historia" y definió la Mesa como "ritual" constituido en un "chollo" para PP y PSE, que podían vetar, "desde su minoría", cualquier cosa que no les interesara. Javier Madrazo, reivindicó la vigencia del contenido del Pacto, pero reiteró su apuesta por un foro nuevo, que reúna a los firmantes de Ajuria Enea y los de Lizarra. En opinión de Madrazo, la misma defendida hace tiempo por EA, ese lugar debe ser el Parlamento vasco.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.