El candidato pide al PNV que no gobierne con los "fascistas" de EH
No fue menos duro ayer el candidato socialista, José Borrell, con el PNV que con IU y el PP. La primera voz oficial del PSOE tachó de "hipócrita" que el Partido Nacionalista Vasco "se sustente en el Gobierno con los votos de quienes están a favor de usar la violencia". Y ahí estableció una "dicotomía básica" entre los partidos democráticos y los "fascistas", entre los que incluyó claramente a EH.Borrell subrayó que el PSOE no se sentará en ninguna nueva mesa de negociación con los demás partidos políticos, como requiere ahora el nuevo lehendakari Juan José Ibarretxe, mientras subsista la violencia en Euskadi: cualquier violencia. Y ratificó que su partido no negociará ningún aspecto político con ETA. Además aconsejó al PNV que se replantee su "base parlamentaria" con EH si esta formación radical no se "desmarca" de la violencia y apueste por otro modelo de gobierno con el PSE.
El candidato se despachó a gusto con el Gobierno de José María Aznar, al que acusó "de carecer de línea política para involucrar a los nacionalistas moderados".
Víctimas y telediarios
Borrell culpó al Ejecutivo del PP de "la explotación de sus víctimas en el País Vasco, que llenan todos los telediarios, mientras va de la mano con el PNV en Madrid". Los socialistas lamentan esos "esquizoides" acuerdos presupuestarios entre PP y PNV "a cambio de nada".La dirección federal del PSOE mantiene su voluntad de diálogo y consenso leal sobre terrorismo con el Gobierno pero reclama algo más que informaciones "esporádicas y erráticas". Demanda más participación. Sostienen que hasta ahora las comunicaciones recibidas y las medidas adoptadas por el Gobierno son "insuficientes" y "tardías".
Borrell quiere ver a Aznar a la cara y transmitirle sus preocupaciones. Los contactos que La Moncloa abrirá esta semana con los partidos a través del secretario general de Presidencia, Francisco Javier Zarzalejos, interlocutor en este proceso del Gobierno, le merecen a Borrell una importancia relativa, que rebajó al nivel de un "funcionario".
Borrell defiende que ha llegado el momento de un contacto "al máximo nivel", en el que pueda fijar con Aznar "los perfiles" de la situación en el País Vasco y también otros aspectos de Estado: como el reparto del agua y las necesidades europeas de España. Borrell tiene previsto entrevistarse con el alemán Gerhard Schröder, presidente de la UE durante este semestre, el próximo 1 de febrero. Antes quiere consensuar con Aznar la posición de España en la que sería su primera entrevista en La Moncloa desde que es candidato.
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