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EL PROCESO DE PAZ

Mayor afirma que "el frente nacionalista" ha sustituido a ETA en busca de idénticas metas

Luis R. Aizpeolea

El ministro del Interior, Jaime Mayor, comentó ayer a EL PAÍS que la manifestación del sábado en Bilbao a favor del acercamiento de los presos de ETA a cárceles vascas responde a una estrategia del frente nacionalista que "no es de pacificación". "El frente nacionalista ha sustituido a ETA para conseguir sus mismos objetivos, la autodeterminación, con la instrumentalización de los presos". Mayor asegura que no va a alterar su política penitenciaria. "Se moverá si avanza el proceso de paz, pero no por las presiones de ETA o las manifestaciones". El Gobierno no cambiará su decisión de abrir contactos con el entorno de ETA, pero insiste en que los últimos sucesos muestran que "no se percibe voluntad de paz" en dicho entorno.

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El Gobierno percibe la multitudinaria manifestación de Bilbao, convocada por PNV, HB, EA, IU y los sindicatos nacionalistas, como un reto del "frente de Estella" que "ha sustituido políticamente a ETA". "ETA quiere conseguir los mismos objetivos, la autodeterminación, pero con otros procedimientos, y para ello está instrumentalizando a los presos. No es una política de pacificación". El ministro estima que ETA ha establecido dos fases en su actitud ante la política penitenciaria. En la primera, por la vía del secuestro, como el del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara, chantajea al Gobierno con el diálogo por "razones humanitarias". Fracasada esta vía por la firmeza de la sociedad, ETA cambia el escenario -argumenta el ministro-, declara una tregua y pide el diálogo. Pero lo que pretende es sacar del debate la política penitenciaria, la cuestión de los presos, y hacer de la autodeterminación el centro de las conversaciones por la paz. "Se está viendo que ETA convierte, de este modo, la tregua en un instrumento para conseguir mejor los objetivos que pretende".

Mayor asegura que el Gobierno mantendrá su actual política penitenciaria. "Se flexibilizará en la medida que haya avances en el proceso de paz, como anunció el presidente del Gobierno en octubre. Pero en la medida que cada día revela que la estrategia del frente nacionalista es utilizar a los presos, con medidas de presión, para alcanzar los objetivos de siempre, no habrá movimientos". El ministro insiste, en respuesta a los partidos nacionalistas, que el Gobierno se acoge a lo que dicta la ley sobre la política penitenciaria, esto es, que tiene un carácter individual y que el acercamiento de presos es "orientativo, pero no es obligatorio".

Otegi: más presión

El Gobierno está preocupado por la marcha del aún incipiente proceso de paz, tanto por el aumento del llamado terrorismo de baja intensidad por jóvenes de Jarrai como por las declaraciones de la víspera del dirigente de Euskal Herritarrok (EH), Arnaldo Otegi, que amenazó con "mayor presión" y con que "las consecuencias serán peores" si el Gobierno no modifica su política penitenciaria. "Estos hechos y estas declaraciones lo que acreditan es que no hay voluntad real de diálogo. Empujan en un sentido contrario a la paz". Ayer mismo se confirmaba este temor con el ataque con cócteles mólotov a un guardia civil en Eibar.Pero el Gobierno no cambiará la decisión anunciada por su presidente, José María Aznar, el pasado 3 de noviembre, de establecer contactos con el entorno de ETA. "Nosotros vamos a asumir nuestra responsabilidad. Vamos a seguir sondeando las posibilidades de paz si es que realmente las hay".

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Mayor admite que no existe, en este momento, un diálogo real entre el Gobierno y el entorno de ETA. "ETA y HB con quien dialogan en serio es con el PNV, pero le han derrotado de antemano. Le han llevado a su terreno. Lo estaba parcialmente antes de la tregua de ETA, con su posición común ante la política penitenciaria, pero ahora han ampliado su alianza a todos los terrenos, al de la autodeterminación".

El ministro estima que ETA pretende ahora, a través de la presión, que el derrotado sea el Gobierno. "Quiere que, a través de la presión, cedamos con los presos y abrir después una mesa de negociación con la autodeterminación como punto central. Vamos a vivir hasta las elecciones municipales de junio unos meses en los que van a querer derrotar los valores de paz, manifestados en Ermua, romper la cohesión social lograda entonces. Pero no nos atraparán en esa maniobra".

El Gobierno insiste en que será "tenaz" y soportará la presión. También cree importante estrechar las relaciones entre los partidos nacionales para abordar el reto. "Hay que reforzar la cohesión social y recuperar los valores de una paz auténtica, sin precio político".

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