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El barrio con los pulmones heridos

Muy pronto, el barrio granadino del Zaidín, un populoso distrito de cerca de 90.000 habitantes, podrá codearse con ciudades como México D.F. o París. Pero será en el registro de zonas con mayores índices de polución. La densidad del tráfico, la falta de lluvia y la utilización de calefacciones de gasóleo han hecho que el Zaidín haya sobrepasado cuatro veces en menos de un mes los límites permitidos de monóxido de carbono. El barrio tiene los pulmones heridos. "Es un asunto que hay que tomárselo muy en serio", explica el delegado de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía en Granada, Rafael Salcedo. "En diciembre saltaron las alarmas tres veces, y la noche del 5 al 6 de enero han vuelto a saltar. El barrio estuvo 12 horas sobrepasando el nivel de contaminación considerado como tolerable". Los niveles de contaminación permitidos empiezan a ser preocupantes a partir de los 12.000 miligramos de monóxido de carbono por metro cúbico de aire. Las alarmas saltan a los 15.000 miligramos si se permanece en esa situación durante 8 horas. Sobre los 18.000 miligramos durante 48 horas, ya hay graves riesgos para la salud humana. Las cuatro veces que han sonado las alertas, el Zaidín ha estado a 15.000 miligramos durante ocho horas. "Sí, es cierto que están influyendo muchísimo las temperaturas anormales que estamos teniendo en Granada para esta época", comenta Salcedo. "Pero también es verdad que ha habido un incremento esencial en el tráfico por esa zona en particular". Restricción Para el delegado de Medio Ambiente, una solución de urgencia es que el Ayuntamiento de Granada proceda a la inmediata restricción del tráfico en el cruce donde se encuentra el sistema que analiza la polución en el aire. "El Ayuntamiento debería plantearse en serio la restricción del tráfico", indica Salcedo. Pero el Ayuntamiento se opone. "Cortar el tráfico en la parte del Zaidín donde mayor concentración de polución se registra significaría dejar incomunicado al barrio", replica el concejal de Tráfico, el popular César Díaz. "Se trata de un cruce del que parten todos los demás viales. Es como si en el centro de Granada se planteara cortar el tráfico en donde confluyen todas las grandes calles". Para Díaz, la razón de los altos índices de contaminación está en la falta de lluvia y en la reticencia de los ciudadanos a dejar de utilizar el coche y sustituirlo por el transporte público. "Si los granadinos moderan el uso del coche, la polución descenderá", señala el concejal. "La decisión está en ese ciudadano, con las llaves en la mano, delante de su coche, que decide no utilizarlo y coger un autobús". Según el concejal de Tráfico, tampoco sería solución establecer el tráfico alternativo entre matrículas pares e impares. "Esa experiencia no ha dado muy buen resultado en otras ciudades, porque la picaresca ha hecho que muchas familias se compraran dos coches, uno con matrícula par y otro con impar, para poder circular todos los días". El delegado Salcedo aboga, por su parte, por el hecho de que en las inspecciones de la ITV se preste más atención a la combustión de los motores, una de las grandes causas de contaminación. Otra propuesta que lanza es que se vigilen las calderas de las calefacciones en los edificios. Mientras Junta de Andalucía y Ayuntamiento de Granada se enzarzan en un debate sobre el control del tráfico en la ciudad, en el Zaidín siguen saltando las alarmas: 12.000 miligramos de monóxido de carbono ayer, 15.000 miligramos anteayer. El barrio, principalmente de clase obrera, sufre los efectos mientras siguen pasando los coches sin ningún tipo de restricciones. La polución campa a sus anchas.

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