La Protectora de Animales critica que las autoridades se inhiban ante las peleas caninas

VIENE DE LA PÁGINA 1 El caso de Baco no es aislado, según sostienen varios veterinarios consultados y la Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Álava. Ana Barajuén, la profesional que atendió al pastor alemán atacado en Vitoria, asegura que casos de este tipo "se ven mucho más a menudo de lo que la gente cree. Esto lo sabe todo el mundo relacionado con el mundo de los perros". La responsable de la Protectora, Rosa Letamendía, va más lejos y acusa a las instituciones de inhibirse ante las peleas organizadas: "Se producen una vez al mes, desde hace años, en las campas de Sansomendi, frente a la calle Blas López. Estamos casi seguros de que esto se sabe. Y si no, demostraría un grado de incompetencia sublime por parte de la Policía Municipal". Baco vive en esa zona y tiene todos los signos de haber sufrido el ataque de otros perros. "No tiene magulladuras propias de un atropello; son mordiscos", analiza la veterinaria. "Ya no corre peligro, aunque tendrá complicaciones". El perro presentaba infecciones en todo el cuerpo, heridas profundas en la cabeza, el cuello, las orejas y las cuatro patas". Según describe su dueña, un empleado de Cespa -la sociedad encargada de la limpieza municipal- lo encontró el pasado día 5 con las patas traseras sujetas con cinta aislante. Le soltó las ataduras, pero lo dejó al darlo por un perro vagabundo. Unas horas después apareció inmóvil en Ariznabarra, un barrio cercano al lugar donde se le perdió la pista. "Estaba", relató ayer la dueña, Inmaculada Alonso, "en el mismo estado de una persona con la que se hubiesen entrenado cuatro boxeadores profesionales durante cinco días".