Vitoria mantiene su posición de ventaja y Bilbao presenta carencias en materia de instalaciones deportivas públicas
Un estudio sobre las instalaciones deportivas de titularidad pública en las capitales vascas y navarra arroja la evidencia de que Vitoria posee la red de equipamientos más completa y diversa de acuerdo con su densidad demográfica. Bilbao sale peor parado como consecuencia de la escasez de canchas polideportivas y campos de fútbol; San Sebastián puede presumir de ofrecer los mejores accesos a los minusválidos, y Pamplona presenta algunos desequilibrios en la oferta deportiva. La revista Consumer que edita Eroski ha escrutado una selección de las instalaciones deportivas de las capitales del País Vasco y Navarra, y otras de Logroño, Burgos y Santander, para establecer los niveles de concentración por habitante y evaluar su estado de conservación y limpieza. El informe detalla el número de piscinas, gimnasios y salas de musculación, pistas de atletismo, canchas polideportivas, campos de fútbol, pistas de squash y paddle, frontones y canchas de tenis. Vitoria sigue en la cresta, con ventaja sobre las demás ciudades en pistas de squash, piscinas, gimnasios y salas de musculación, frontones y campos de fútbol. No así en pistas de atletismo -sólo una para toda la población- y de paddle -no existe ninguna de uso público-. En la inspección se han detectado pequeñas anomalías de conservación y limpieza en el Parque de Gamarra y Mendizorroza. San Sebastián es modélica en el tratamiento a los discapacitados. En todos los polideportivos se han suprimido las barreras de acceso y los vestuarios y aseos fueron adaptados para facilitar su uso a los minusválidos. En su contra, la escasez de piscinas (9 en total, una por cada 20.000 habitantes) y la ausencia de un recinto para practicar el squash. Con dos pistas de atletismo, 15 de tenis (una por cada 9.000 habitantes) y 21 frontones (uno por cada 8.500 habitantes), es una ciudad privilegiada en este apartado. Bilbao posee el peor índice de canchas polideportivas (40, una por cada 9.000 habitantes) y campos de fútbol (cinco, uno por cada 72.000 habitantes), pero supera la media en pistas de atletismo (cuatro), de squash y de paddle. El informe pone el acento en pequeñas roturas y desperfectos hallados en el polideportivo Rekalde, y en las piscinas de Artxanda y Txurdinaga, donde sobran escaleras para los minusválidos. Pamplona alterna la proliferación de gimnasios y salas de musculación y frontones con una reducida tasa de campos de fútbol y pistas de tenis públicos y un vacío en espacios para el squash y el paddle. El estudio advierte de que el estado general de las instalaciones es satisfactorio, aunque en todas las ciudades hay lagunas susceptibles de mejora. Esta memoria deportiva no entra a enjuiciar el grado de utilización de estos equipamientos, aunque se asegura que "cuatro de cada diez ciudadanos vascos practican deporte", de los cuales "la mitad" frecuenta polideportivos públicos.
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