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Entrevista:

SEYDU PERCUSIONISTA Y CANTANTE AFRICANO "África tiene el ritmo, Europa la armonía, y se necesitan ambas"

Mientras muchos regresan en Navidad a sus lugares de origen, Anthony Seydu Zachariah (hijo de mandingo y fulah) ha aprovechado estas fechas para promocionar en Euskadi un estreno discográfico que ha titulado con el nombre de la capital de Sierra Leona, ciudad que le vio nacer hace 34 años: Freetown. Apoyándose en sus profundas raíces, el baqueteado percusionista ha confeccionado un álbum de afro-beat que tamiza por un filtro occidental gran variedad de ritmos rescatados de la tradición africana: yole, goboy, gumbey, nanas limbá... "Etno-pop" es el nombre que da a su creación un artista que en el pasado ha acompañado a Stevie Wonder, Kiko Veneno, Rosario, Raimundo Amador, Albert Pla y Alejandro Sanz. Tras años como mercenario, Seydu se ha decidido por fin a imprimir su nombre en la portada de un elepé. Pregunta. Usted nació en Sierra Leona, ¿cómo llegó a España? Respuesta. A través de Londres, después de viajar durante años por África occidental, que fue una época bastante dura para mí. De mi infancia recuerdo estar tocando en la esquina de un hotel; era la forma de conseguir un plato de comida. Si con 13 años salí de África fue por eso, por no pasarme la vida en la esquina del hotel viendo pasear a los turistas. Tuve la suerte de ir a Londres, conseguí engancharme en una gira de Stevie Wonder y nos fuimos a tocar a Marbella. Me gustó lo que vi allí y me enteré de que en Madrid existían más movidas musicales, conservatorios y tal. Fui allí y me quedé a vivir. P. Defina su música. R. Yo diría que es música integral, etno-pop, tiene la poliritmia africana. Es una música para bailar y de armonías africanas muy dulces. Por otro lado, contiene poesías de allí, tanto en lenguas africanas como en castellano, intentando dar a conocer esa forma de vida. Lo que más me gusta son los ritmos y los cantos étnicos puestos sobre la forma occidental para verlos de otra manera. Es como lo que se ha dicho siempre: África tiene el ritmo, Europa tiene la armonía. Se necesita un poquito de cada lado. P. ¿Por qué ha tardado tanto en grabar su primer disco como solista? R. Porque me ha costado muchos años llegar a tener algo que decir. En mi tierra siempre hay que intentar comunicar un mensaje en cada canción. La música está hecha para eso, hacerla por hacer no tiene ningún sentido. Además, mi música no está destinada a grandes ventas, ni mucho menos. Me conformo con que exista ese público que te entiende, que comparte tus ideas, acepta tu música y le gusta, para bailar, para disfrutar o para llorar, da igual. P. ¿Por qué hay en África tal predisposición y maestría con la percusión? R. Por tradición y, por otro lado, porque es una forma de vivir. Todo gira en torno al ritmo. La forma de cantar es a través de él; si no existiera ritmo, no se podría sembrar arroz, por ejemplo, o hacer un bautizo. Todo tiene un ritmo: caminar es un ritmo, el corazón necesita latir con ritmo,... Si pierdes ese ritmo, hay un descuadre. P. ¿Qué opina de la actual situación de su país? R. Aquello es una locura, porque la gente no sabe por qué pelea. Es una lucha que no tiene sentido, tonta. Todo gira alrededor del dinero, de los recursos naturales. Aquello está muy castigado, abandonado, olvidado. Existe solución siempre y cuando el mundo exterior no venda más armamento. Ha pasado de lo normal, armamento para una lucha de no confrontación, guardando cada uno su propia libertad, al desastre total. Ha llegado a un nivel increíble; ya no sabes quién es militar, policía o rebelde.

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