El "Trujal de Jaén" engrasa Internet

Un trujal es, probablemente, el artefacto más artesano que se pueda imaginar, para prensar la aceituna y obtener aceite. En él, cuando el fruto se recoge en su punto exacto de madurez, sin haber rozado siquiera el suelo, se logra obtener el mejor óleo de la campaña, el virgen extra, que sin aditivos, conservantes ni colorantes ofrece un sabor suave, pero denso, con un color verdoso, olor afrutado y ligero picor final en el paladar. Así suele describirse la variedad picual. La que producen la mayoría de los olivos de Jaén y que se comercializa de diversas formas, la última vía Internet. Allá por julio, la Fundación del Olivar presentó su último invento. Por teléfono o fax se ponía disposición del cliente, con entrega a domicilio, la cantidad de aceite que el peticionario decidiera y de la comarca jiennense que prefiriese. Eso sí, sólo vendería virgen extra. O sea, lo mejor de la última cosecha. La idea se denominó El trujal de Jaén. Hace sólo unos días, esta particular prensa ha entrado en la red. Lo que antes aparecía sólo como una parte de la web de la Fundación es ahora lo que los técnicos denominan una "tienda virtual de aceite", a la que se puede acceder en la dirección www.oliva.net/trujal o contactar en el e-mail: trujal@oliva.net. Funciona exactamente igual que esos otros establecimientos que con apenas darle un par de empujoncitos al ratón catapultan al usuario al ciberespacio, donde se pasea por un centro comercial virtual y regresa a la realidad cuando llega el repartidor con todas las compras hechas a la puerta de casa. Los cibernautas, como los que prefieren el teléfono o el fax, pueden realizar su pedido cómodamente, previa selección del aceite que mejor les parezca en el catálogo que muestra todas las referencias -40 en total- a elegir. Después, a esperar. Hay propuestas para todos los gustos, desde las latas de cinco litros a las botellas de medio. Precios que oscilan, en función de la cantidad y forma de envasado del producto, entre las 3.325 pesetas (IVA incluido) que cuesta la caja con las doce botellas de medio litro en envase de cristal de una de las marcas que se proponen, a las 17.100 pesetas por las que sale la caja con 12 estuches en los que se presentan dos pequeños cántaros de barro con soporte en madera. A pesar de que se ha publicitado poco la iniciativa, desde su presentación hasta ahora se han facturado unos nueve millones de pesetas, o lo que es lo mismo, 20.000 litros de aceite. La campaña más agresiva vendrá a partir de ahora, puesto que el ingreso en la red implica que un mayor número de personas conocerán, aunque sea de forma casi accidental, El trujal de Jaén. La mayor parte de las peticiones, según los datos que baraja José Carlos Marzal, responsable del programa, llegan de comunidades como Madrid, Cataluña y País Vasco, que es hacia donde se ha dirigido inicialmente la publicidad. En Andalucía el 30% de lo vendido. En su primer año, El trujal dispone de unos 20 millones de kilos de aceite virgen extra para vender. Tal como se presenta la campaña, en la que la calidad constituye el aspecto más repetido, Marzal prevé que el año que viene se ofrecerá aproximadamente el triple. Para entonces, se ha calculado que la facturación será de unos doce millones de pesetas. Después vendrá una campaña de publicidad más intensa, de modo que hacia el 2001, se facturarán unos cien millones de pesetas. Y eso, sin contar que al colocar el aceite en la red, se está haciendo ya publicidad en el extranjero.