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GENTE

BIENVENIDO, MíSTER BANDERAS

El internacional Antonio Banderas regresó el sábado al pueblo de sus ancestros, Casarabonela, al más puro estilo Berlanga, ya que casi tuvo que emplear los trucos que ha aprendido duran te el rodaje de La máscara del Zorro para librarse del acoso de la multitud que lo esperaba. Acompañado por su mujer y su suegra las actrices norteamericanas Melanie Griffith y Tipp Hendren, y con su hija Stella del Carmen en los brazos, Banderas acudió al pequeño pueblo, uno de los más característicos pueblos blancos de la sierra malagueña, donde nació su madre, para presentar la antología de poemas de su tío abuelo José María Banderas, Mágica guitarra peregrina. En la plaza de la iglesia de Santiago Apóstol casi todos los habitantes del municipio (2.500), con su alcalde, Pedro Rubio, a la cabeza, esperaba ansiosa la llegada de la estrella de cine, que descansa estas navidades, con su familia en la casa que posee en Marbella. El curioso dispositivo de seguridad organizado por el Ayuntamiento para proteger a Banderas y a su familia, compuesto principalmente por adolescentes del municipio, no sólo no pudo contener, a la multitud impaciente por saludar al actor, sino que se dedicó a empujar a cuantos se acercaban a él, ocasionando más de un enfrentamiento entre los alterados moriscos, como se conoce a os habitantes de Casarabonela. Tras besar o estrechar la mano a cuantas personas se acercaban a él para presentarse como tíos, sobrinos o primos lejanos, Banderas, su mujer y su suegra se encamina ron hacia el interior del templo, donde esperaban los padres del actor y el alcalde pedía a gritos a las quinceañeras que "no chiflaran" durante la presentación del libro. "Mi tío Pepe fue siempre un hombre en contacto con la vida, los sueños y el amor a esta tierra", afirmó el protagonista de Desperado, que ha escrito el prólogo de Mágica guitarra peregrina y que leyó varios versos de su tío abuelo, un poeta y compositor morisco influenciado por el modernismo y por los Machado, según Carmen Arribas, encargada de recopilar los textos. Villancicos entonados por una banda local y una milonga flamenca del cantaor local Pedro el de Canijas sirvieron para poner colofón al acto.-.

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