El presidente del Congreso, objeto de controversia

Cuando se afronta la recta final de la legislatura, los socialistas han decidido incluir también como objeto de controversia al presidente del Congreso de los Diputados, Federico Trillo (PP), cuya figura hasta ahora había sido respetada y a quien todos los grupos reconocen un talante moderado y abierto. "La Mesa de la Cámara y su presidente han abandonado su papel institucional y adoptan con demasiada frecuencia acuerdos antirreglamentarios o al margen de todo precedente", se dice en el documento oficial elaborado por los socialistas. "En ambas instituciones se requiere una nueva actitud porque, de no ser así, además de seguir defendiendo nuestros derechos ante las diferentes instancias, consideraremos que merece una respuesta política que este grupo se ha resistido, hasta la fecha, a considerar". Ahí se queda por el momento esta suerte de amenaza. Hace varias semanas, el candidato socialista a la presidencia del Gobierno mantuvo una entrevista con Trillo en su despacho para expresarle su protesta por el hecho de que el Gobierno soslayase al Parlamento mediante la introducción de importantes propuestas en la Ley de Acompañamiento de los Presupuestos Generales del Estado para 1999. En concreto se refería a la posibilidad de que los hospitales sean gestionados por fundaciones, lo que entraña una importante alteración del actual modelo de sanidad pública. Borrell pidió amparo al presidente de las Cortes para que el Gobierno plantee ese tipo de medidas en leyes específicas y no "de tapadillo", si bien no encontró en Trillo una respuesta que pusiera coto a esa actitud. Los socialistas empiezan a sentirse cargados de argumentos para reprochar al presidente del Congreso una actitud que no es tan institucional como él quiere aparentar, sino que está muy alineada con los intereses de su partido y del Gobierno.

Azote de los socialistas

En otros tiempos, precisamente fue Federico Trillo, en la oposición, uno de los máximos perseguidores del Gobierno socialista ante el Tribunal Constitucional. Los populares recurrieron la Ley Orgánica del Derecho a la Educación (LODE); la despenalización del aborto; la llamada ley de patada en la puerta, promovida por el entonces ministro del Interior José Luis Corcuera, y algunas medidas derivadas de leyes presupuestarias.

El actual coordinador del Grupo Parlamentario Popular, Rafael Hernando, conocedor de algunas intenciones del PSOE de recurrir al Tribunal Constitucional, lamentaba que los socialistas cada vez que algo no les gusta de las medidas aprobadas por el Gobierno vayan al alto tribunal como si se tratara del "primo de Zumosol". Eso sí, recordó que el Grupo Popular practicó algo parecido mientras estuvo en la oposición. "También ocurrió en otros tiempos, pero ahora de lo que se trata es de mirar al futuro", recomendó.