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EL NACIMIENTO DEL EURO

Rato apuesta por que España alcance en la próxima legislatura la renta media de la Unión Europea

El vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía, Rodrigo Rato, ha resaltado el papel que va a tener el euro como instrumento de convergencia en empleo y bienestar de los países comunitarios. El titular de Economía, que destacó el esfuerzo realizado por España en los últimos 20 años, apuesta por que en la próxima legislatura alcance la renta media de la Unión Europea o al menos el 90%, y conseguir mayor nivel de empleo. "El momento histórico" de la instauración de la moneda única sirvió para el presidente de la Comisión, Jacques Santer, recordará a sus fundadores.

Rodrigo Rato estuvo conciliador con el pasado. Lejos de partidismos, Rato subrayó que la llegada de España al euro es fruto de un consenso nacional fraguado "en los últimos 20 años". "El grado de flexibilidad puesto de manifiesto por la sociedad española para modernizarse y adaptarse a las realidades cambiantes de adhesión a las Comunidades primero, del mercado interior después y, posteriormente, de preparación para la introducción de la moneda única, me hace ser conscientemente optimista. Esta capacidad de cambio de la sociedad española ha ido paralela con una profunda transformación política, institucional y social en España", dijo ante sus homólogos de otros países. "Esta capacidad de transformación es la mejor aportación que España ha hecho y hará a la integración europea. Nuestro objetivo para los primeros años del siglo XXI no puede ser otro que la convergencia real", añadió.Enfatizó que el euro "no es un punto de llegada, sino de partida". "Se abre una nueva etapa de retos y oportunidades en la que el euro representa la respuesta europea para conseguir el objetivo de un mayor nivel de empleo y bienestar de nuestros ciudadanos. El euro es la mejor base para crear empleo", aseguró. El reto es alcanzar el nivel de renta de la UE en la próxima legislatura (a partir del 2000) y reducir el paro.

[En declaraciones efectuadas ayer en Madrid, reiteró esos objetivos. "España debe aprovechar su pertenencia a una de las entidades económicas más importantes que supone más empleo e inversión y nuevas oportunidades que está perfectamente capacitada para enfrentarse a ellas"].

En una ceremonia en la que la sombra de los padres fundadores de la moneda única recorrió la sede del Consejo de ministros de la UE en Bruselas, el presidente de la Comisión Europea, el luxemburgués Jacques Santer, tuvo la delicadeza de recordar a cuatro de ellos a los que agradeció su papel fundamental para la creación del euroCitó a su compatriota Pierre Werner, autor en 1970 de un informe que proponía la moneda en 10 años que fue aprobado pero jamás se llevó a la práctica. Rememoró a los dos pesos pesados del europeísmo reciente, François Mitterrand y Helmut Kohl, al que los avatares de la política le han impedido vivir en el poder el nacimiento de un proyecto en el se empeñó personalmente en sacrificar el marco alemán en beneficio del euro. No olvidó a su antecesor, Jacques Delors, alma mater del proyecto que ha cristalizado en el euro.

La ministra danesa de Economía, Marianne Jelved, tuvo el coraje de admitir que "es un momento histórico", a pesar de que la moneda de su país no se ha acogido al euro. "Dinamarca no forma parte desde el principio, pero estoy convencida de que un día entrará".

El ministro austriaco de Finanzas, Rudolf Edlinger, en calidad de presidente en ejercicio del Ecofin tuvo el honor de firmar el reglamento que crea el euro. "El principio de una nueva época", dijo. El luxemburgués Jean-Claude Juncker elogió "los esfuerzos realizados por los países del sur". "Yo estuve en Maastricht y entonces nunca pensamos que hoy seríamos 11. Algunos despreciaban entonces a los países del sur. Hoy es una gran satisfacción para los países del sur unirse a aquellos que parecían querer darles una lección".

El alemán Werner Müller tuvo el dudoso honor de ocupar la silla del superministro Oskar Lafontaine. Pero lo hizo con dignidad."No creo que Alemania esté hoy mal representada", ironizó.

El italiano Carlo Azeglio Ciampi se declaró orgullosamente "ciudadano europeo nacido en Italia". El francés Dominique Strauss-Kahn recordó que "en estos casos en mi país siempre se acaba con un Viva Francia. Yo quiero hoy decir Viva Francia en Europa". El griego Yiannos Papantoniou ratificó la voluntad de su país "de formar parte del euro desde el 2001".

El comisario francés Yves-Thibault de Silguy no tomó la palabra, pero tuvo el honor de hacer caer al alimón con el presidente del Consejo la cortinilla que ocultaba las paridades de las monedasque componen el euro.

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