Ruiz-Gallardón da el primer empujón al AVE a Valencia con el diseño del tramo madrileño

En septiembre de 1997, el consejero de Obras Públicas, Luis Eduardo Cortés, decía que el proyecto de un AVE entre Madrid y Valencia era "hablar por hablar". Ayer, 15 meses después, pasó de las palabras a los hechos. El Consejo de Gobierno aprobó sacar a concurso la redacción del proyecto del tramo madrileño de la línea, el que transcurrirá desde la estación de Atocha hasta el límite con la Comunidad de Castilla-La Mancha. Alberto Ruiz-Gallardón recurrió al énfasis para apuntar que la Comunidad se encontraba "ante la mejor inversión de su historia".

La línea de alta velocidad que debe enlazar Madrid con la capital levantina es un objetivo prioritario para los responsables de ambos Gobiernos autónomos. Sus respectivos presidentes, Alberto Ruiz-Gallardón y Eduardo Zaplana, los dos del PP, ya firmaron el pasado 19 de noviembre un protocolo en el que hacían formal su compromiso para impulsar la operación. Los gobernantes madrileños demostraron ayer que su interés por acelerar los trámites no era sólo retórica: la redacción del proyecto que acaba de salir a concurso público permitirá tener claro cómo va a ser la línea del AVE y por dónde discurrirá en sus, aproximadamente, 60 kilómetros iniciales. Todas estas incógnitas se despejarán hacia finales de abril, ya que el plazo máximo para la presentación de estudios técnicos es de cuatro meses.La adjudicación de este proyecto cuenta con un presupuesto máximo de 394,4 millones. Las empresas que presenten sus candidaturas habrán de especificar "los condicionantes ambientales, compaginados con los orográficos, geotécnicos y funcionales", así como "los estudios geológicos y geotécnicos, la topografía, los estudios hidrológicos y de drenaje y la definición de las estructuras, túneles y obras complementarias". En cuanto al trazado, el pliego de condiciones especifica que el AVE valenciano saldrá de Atocha y transcurrirá por la actual línea de Sevilla "hasta desprenderse hacia el este en algún punto situado entre 25 y 50 kilómetros" de la estación.

Ruiz-Gallardón confirmó que su homólogo del Gobierno valenciano también impulsará de inmediato la redacción del proyecto técnico en el tramo sobre el que tiene competencias. En consecuencia, sólo faltará la elaboración del estudio relativo al paso del AVE por Castilla-La Mancha, una tarea que ha asumido el Ministerio de Fomento.

El presidente madrileño dio por bueno el dinero que su Ejecutivo y el que preside Zaplana invertirán en el AVE, en contraste con la decisión del máximo mandatario castellano-manchego. El socialista José Bono ha resuelto no financiar un proyecto que hará diferentes a madrileños y valencianos (que pagarán por partida doble la línea, al financiarse a través de los presupuestos estatales y los regionales). "Es normal", razonó Ruiz-Gallardón, "porque esta línea resulta estratégica para Valencia y Madrid y sus usuarios supondrán el 95% o el 97% del total. Como grandes beneficiarios, somos nosotros quienes asumimos la redacción del proyecto hasta donde llegan nuestras competencias". Abundando en la idea, el presidente apuntó: "En el caso del AVE a Sevilla, no son equiparables los beneficios que la línea ha supuesto para la ciudad andaluza con los que ha reportado a Ciudad Real". Ninguna de las dos comunidades pusieron un duro.

Laconismo ministerial

El entusiasmo y la diligencia del presidente regional contrastó con el laconismo con el que se recibieron sus palabras en la sede ministerial. "Cualquier ayuda siempre es bien recibida", dijo un portavoz de Fomento.Además de su negativa a cofinanciar la infraestructura, el presidente Bono ya ha advertido de que el AVE "no llegará a Valencia" si no cuenta con parada a su paso por Castilla-La Mancha. Ruiz-Gallardón pronosticó que esa parada se encontrará "seguramente" en Albacete. Se basaba en un estudio previo de velocidad alta entre Madrid y Albacete que ya barajaba Fomento antes de que el Gobierno madrileño y la Generalitat valenciana se plantearan llegar un poco más lejos.

El presidente concluyó: "Me sorprende que aún haya quien se extrañe de que financiemos el proyecto, cuando nuestra aportación será muy pequeña en comparación con el beneficio". La oposición regional sostiene que Ruiz-Gallardón se muestra "sumiso" ante la Administración central y asume las inversiones que Fomento debería realizar en Madrid, como el enterramiento de las vías en Getafe o un tramo de la M-50.