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Construido en Santa Fe un depósito de gasolina a 50 metros de un monumento y cerca de un colegio

La instalación de uno o más depósitos subterráneos, con una capacidad total de 60.000 litros de gasolina, a 50 metros de uno de los arcos levantados en Santa Fe por los Reyes Católicos y reconstruidos en el siglo XVIII y a 300 metros de un colegio de primaria, ha suscitado una cadena de reacciones en contra de los vecinos que viven en las inmediaciones. Los afectados temen que las consecuencuas del tráfico rodado que ya sufre la Puerta de Granada se vean incrementados si el Ayuntamiento mantiene la autorización al promotor, la compañía Cepsa

El pasado dos diciembre una treintena de personas suscribieron sendos escritos ante las delegaciones de las Consejerías de Cultura, Educación y Medio Ambiente. La gasolinera, una vez enterrados los depósitos, ha empezado a funcionar. Las primeras reclamaciones, sin embargo, se remontan al mes de febrero de 1998. Diecinueve personas firmaron un escrito en contra de la instalación al entender que suponía un peligro "tanto para los bienes como para la vida de las personas". Sin embargo, el seis de marzo el Ayuntamiento aprobó el expediente de ampliación de la gasolinera al considerar que cumplía los requisitos de seguridad legales. El surtidor anterior disponía de un depósito de 20.000 litros, según el Ayuntamiento. Este periódico intentó ayer sin éxito recabar la opinión del municipio. Curiosamente, Santa Fe ha realzado notablemente en los últimos tiempos los cuatros arcos de entrada a la ciudad primitiva. Los vecinos se manifiestan sorprendidos por esta aparente contradicción ya que la cercanía de la gasolinera va a contribuir, a su juicio, a afear el entorno monumental. Pero no es ésta la única queja contenida en las alegaciones. Los vecinos sostienen que la unidad de suministro dista unos 300 metros del colegio público Reyes Católicos. "¿Qué pasaría en el centro escolar si se inflamaran los tanques de 60.000 litros de combustible?", se pregunta uno de los afectados en el escrito de alegaciones presentado ante el Ayuntamiento. "Recientemente se ha obligado a cambiar la ubicación de una gasolinera de Sevilla por su proximidad a un centro escolar. ¿Acaso no es ésta una ocasión óptima para que el Ayuntamiento de Santa Fe pida al promotor del expediente que saque su instalación del centro histórico de la Cuna de la Hispanidad y autorizar la instalación y la ampliación en terrenos de su propiedad fuera del casco urbano?". Los vecinos creen que en el peor de los casos la ciudad debería recibir algún tipo de compensación por parte de Cepsa. Los reclamantes también aducen razones que afectan a su propia seguridad. Según uno de los escritos de alegaciones, las viviendas más cercanas se encuentran a solo dos metros de la unidad de suministro cuando, según la legislación, la distancia mínima debe ser de diez metros. Además, al tratarse de una gasolinera sobre suelo urbano y en un lugar de confluencia de cuatro vías, los tanques o el tanque deberían estar enterrados "en un cubeto estanco con tubo detector de fugas". "En el presente proyecto", alegan, "el cubeto se limita solamente a la excavación, sin paredes ni fondo de obras de fábrica". Una de las propietarias ha advertido que, según el proyecto, una de las tuberías va sujeta a la fachada de su vivienda. "¿Ha tenido en cuenta el Ayuntamiento" pregunta en su escrito, "si tal tubería de ventilación puediera afectar mis derechos o el de terceras personas en una futura edificación del solar?". Además, uno de los locales próximos al tubo de ventilación es una carnicería.

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