UGT pide que Arenas se haga cargo de Molina si la venta no es satisfactoria

,"Hay un compromiso del Gobierno central de no dejar caer esta empresa. Para mí eso es un acuerdo firmado. Si tienen este compromiso, cúmplanlo". Ese fue el toque de atención que el día de Nochebuena le dio el secretario de la Federación de Alimentación de la UGT, Juan Lanzas, al ministro de Trabajo, Javier Arenas. El representante sindical se mostró preocupado por las condiciones en que se producirá la venta de la empresa Cárnicas Molina, dado que hasta ahora, la única información de que disponen se limita al anuncio del consejero de la Presidencia, Gaspar Zarrías, de que ésta se venderá antes de que concluya el año. No se han facilitado ni el contenido del pacto ni el nombre del comprador, aunque se contemplan dos empresas del sector: Campofrío -que se perfila como la principal candidata- y El Pozo. La reclamación sindical es que el Ejecutivo asuma la cárnica en caso de que las condiciones de la venta no se ajusten a la demanda de los sindicatos. "Si la Junta la suelta, que la se la quede la Administración central", sentenció. Lanzas quiso dejar claro que UGT no ha participado en la negociación y desconoce las condiciones de la venta. Pero también aseguró que los representantes de los trabajadores no consentirán que Molina se convierta "en un saldo en el baratillo de los jueves". Reunión La información de primera mano sobre el momento en que se encuentra la operación de venta se concretará el próximo lunes, en la reunión que mantendrán con la Junta. Lanzas reclamó que tanto al ministro Javier Arenas como al director general de Empleo, Manuel Pimentel, quien tuvo responsabilidades de gestión en Molina, participen en esa reunión y asuman la responsabilidad que les competa. El representante de UGT dijo que el sindicato no teme el retorno de la cárnica al sector privado pero sí aseguró tener "miedo del desconocimiento", situación se da en la actualidad por la falta de datos oficiales sobre el proceso. Las condiciones que para UGT resultan imprescindibles a la hora de vender Molina se limitan a que "la empresa funcione y se aseguren a los trabajadores sus ingresos y las condiciones laborales". No pasarán ni por la pérdida de la marca ni por la reducción vertiginosa de empleos, aunque se mantenga la planta. La empresa se encuentra en un "punto interesante", según Lanzas, porque acapara dos puntos en el mercado cárnico. Esta circunstancia, entienden, debe ser argumento suficiente para impedir "que una situación límite la convierta en un saldo". La situación límite a la que se refiere es el expediente abierto por la Unión Europea contra las ayudas a la entidad andaluza.