El concierto navideño del Vaticano, escaparate de los éxitos del pop

El tradicional concierto de Navidad del Vaticano se parece cada vez más a los especiales televisivos de estas épocas. No en vano las cuotas de audiencia en la emisión de este programa en Italia son un récord seguro y, por tanto, un excelente escaparate para los artistas invitados. Este año el cartel incluye artistas que han brillado en las listas de ventas, como las norteamericanas Jewel y Cleopatra, la británica Sarah Brightman o el italiano Nek.

El programa incluye también otros nombres populares de la música actual como el pianista francés de jazz Michel Petrucciani, la niña afroamericana Charlotte Church, el veterano cantante italiano Al Bano y la agrupación vocal neoyorquina Manhattan Transfer, además de los coros de los Pequeños Cantores de Torre Spacata, el de niños filipinos Little Singers y las niñas suecas del Stockholms Musikgymnasium.El espectáculo, de dos horas y media, fue grabado en la sala Nervi del Vaticano ante 6.000 selectos espectadores, que aplaudieron con entusiasmo, tras pagar una alta suma por las butacas. La Orquesta Filarmónica de Turín actuó bajo la batuta del maestro Renato Serio. En España será emitido mañana por La 2, a partir de las 21.30.

El fuego se abre con la interpretación de Santa Lucía, la canción dedicada a la noche más larga del año, por el coro escandinavo. Después, la potente voz de Al Bano llena la sala con su Ave María de Bach-Gounoud. La cantante de Alaska Jewel canta a capella junto a su madre, la cantante Nedra Carroll, el tema What child is this?

Simbiosis

Manhattan Transfer escogió para su participación Have yourself a merry little Christmas; Cleopatra, Adeste fidelis; Sarah Brightman interpreta En la fantasía, de la banda sonora del filme La misión, y Nek, el nuevo ídolo romántico, pone la nota contestataria con el tema de John Lennon y Yoko Ono Happy Christmas (the war is over). Michel Petrucciani toca al piano Little piece in C. El año pasado el concierto navideño de la Santa Sede también incluyó a figuras de la actualidad musical como los portugueses Madredeus, los irlandeses The Corrs y el rey del blues B. B. King. Después de la comentada actuación de Bob Dylan el verano de 1997 ante Wojtyla, parece ser que la simbiosis entre la industria musical y la política de imagen del Vaticano no sólo aparenta estar al lado del gusto de los más jóvenes, sino que es capaz de atraer con su bendición a algunos de sus ídolos populares.