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Los profesores del Celestino Mutis salen de nuevo a la calle contra el ministerio

Los profesores del instituto de educación secundaria Celestino Mutis (Villaverde) continúan soliviantados con la política que el Ministerio de Educación pone en práctica en las áreas más deprimidas de la capital. Sólo 19 días después de que el claustro del centro protagonizara un encierro para llamar la atención sobre las carencias educativas en la zona sur, una amplia representación de los docentes se plantó ayer frente a la Junta Municipal de Villaverde para denunciar que las cosas siguen igual de mal. Decenas de padres de alumnos y de los estudiantes de mayor edad -agrupados en la asociación juvenil La Verde Villa- prefirieron abstraerse del clima casi vacacional que reina entre la comunidad educativa y sumarse decididamente a la protesta. En total, 150 personas participaron en la concentración, en la que se exhibieron pancartas con mensajes tan explícitos como "Por el derecho a enseñar" o "Por el derecho a aprender".El Celestino Mutis es uno de los centros con más problemas de la región. La implantación de la reforma educativa ha hecho que el centro pase de 776 a 1.089 alumnos. Los altercados violentos se han multiplicado en las aulas. Los profesores deploran que el ministerio no haya sabido encontrar soluciones.

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Limosna en el temporal

El ministerio afirma que los problemas del centro no se resuelven "de un día para otro"

El comunicado con el que la asamblea de profesores se presentó ayer en la junta municipal era muy severo con la actuación de las autoridades ministeriales. "Al cabo de estas semanas ha llegado el especialista en pedagogía terapéutica y un fax en el que se anuncia el envío de 500.000 pesetas [el 16,7% del total], frente a los tres millones prometidos. Deben de creer que el problema de un centro con más de mil alumnos se resuelve con semejante limosna", se apuntaba en el texto. El portavoz del claustro, el profesor de Ciencias Naturales Carlos Pulido, se mostró convencido de que a la Administración sólo le preocupa que "pase el temporal" de la repercusión pública, en lugar de afrontar las deficiencias en profundidad.El director provincial de Educación, José Antonio Palacios, reprochó ayer a profesores, padres y alumnos su participación en una protesta "prematura". "Se está haciendo todo lo posible para resolver las carencias, pero estas cosas no se consiguen de un día para otro", subrayó. Además, Palacios recordó a los docentes que no pueden achacar todos sus problemas a la conflictividad de ciertos alumnos o a la escasez de medios materiales. "Hay también un componente pedagógico. Al profesorado de institutos le pilla de sorpresa encontrarse con alumnos que apenas saben leer, escribir o contar, y tiene que ir habituándose", recomendó.

Además, el representante ministerial estableció una relación directa entre la conflictividad en los centros y el panorama que se respira fuera de ellos. "Nuestra sociedad está experimentando cambios profundos", alertó: "A ver cuándo se ha visto que se registren apuñalamientos cada veinte días, como ha sucedido este fin de semana en Fuenlabrada".

Los profesores no comparten esta visión, y exigen a las administraciones una respuesta activa a las deficiencias con las que muchos institutos afrontan la implantación de la LOGSE. Tal vez por ello, los participantes en la concentración de ayer inundaron el buzón de la junta municipal con cerca de 200 cartas a unos Reyes Magos sospechosamente parecidos a la ministra de Educación, Esperanza Aguirre; el presidente de la Comunidad, Alberto Ruiz-Gallardón, y el alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano. En las misivas se pedía más dinero para el sur y, sobre todo, la construcción de un segundo instituto para Villaverde, puesto que agrupar a cerca de 1.100 estudiantes en un solo centro excede los más elementales criterios pedagógicos. El director provincial de Educación aseguró que el ministerio mantenía "conversaciones avanzadas" con el Ayuntamiento para la cesión de un solar, a unos 300 metros del Celestino Mutis, en el que podría construirse el ansiado segundo instituto.

Comisiones Obreras se alineó ayer, una vez más, del lado de los docentes. Su secretario general educativo, Jaime Cedrún, aseguró que las nuevas quejas del profesorado no eran sino "la demostración de que López Rupérez, el secretario general, sólo acudió al centro a hacerse la foto".

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