El Gobierno aprueba las retenciones del IRPF y las aplaza un mes para fondos y seguros

El Consejo de Ministros aprobó ayer las nuevas retenciones del IRPF que, para los salarios, supone una rebaja media del 17,5%, unas 6.000 pesetas al mes (en 14 pagas), según Hacienda. La medida se empezará a aplicar en las nóminas de enero, aunque para las nuevas retenciones sobre plusvalías por fondos de inversión (20%) y los seguros (25%) el plazo comienza en febrero. Tanto el Consejo de Estado como el Consejo Económico y Social habían solicitado al Gobierno plazos más largos para aplicar las nuevas retenciones dada su complejidad.

El real decreto aprobado ayer por el Consejo de Ministros supone la puesta en práctica de la reforma del nuevo impuesto sobre la renta. En él se regulan los pagos a cuenta que deben efectuarse durante 1999 para la liquidación en junio del 2000. El cambio respecto del sistema actual es total. En las rentas del trabajo la retención ya no se calculará con una simple tabla que sólo tiene en cuenta el salario y el número de hijos. Ahora las empresas prácticamente tendrán que hacer la declaración a sus empleados, para lo que deberán incluir nuevos datos.Para las gestoras de fondos de inversión supondrá aplicar una nueva retención del 20% sobre las plusvalías. Las aseguradoras también tendrán que efectuar un nuevo pago a cuenta del 25% cuando venzan la pólizas de vida. Las entidades financieras, por último, bajarán la retención sobre sus depósitos del 25% al 18%.

Todo esto coincide con el siempre enloquecido cierre del ejercicio y la adaptación al euro. Por este motivo, tanto el Consejo Económico y Social, que representa a empresarios, sindicatos y consumidores, como el Consejo de Estado habían solicitado al Gobierno al menos tres meses para la entrada en vigor del decreto aprobado ayer.

El Consejo de Ministros no ha tenido en cuenta esta recomendación. En el caso de los salarios, las nuevas retenciones se tendrán que empezar a aplicar ya en las nóminas de enero, para lo cual las empresas deberán tener todo a punto al menos a mediados de mes. Se permite, sin embargo, que los trabajadores puedan entregar sus datos hasta el 31 de enero.

"Más que suficiente"

En este caso, la empresa calculará la retención de enero de acuerdo al nuevo sistema, pero sólo con los datos de que dispone a la fecha de confección de la nómina; es decir, el salario y el número de hijos. En la nómina de febrero se incluirán ya los nuevos datos aportados por el trabajador.En el caso de los fondos de inversión y de los seguros, el Gobierno decidió ayer que las nuevas retenciones se apliquen desde el próximo mes de febrero. El plazo es corto, pero, respecto de los fondos, supone la ventaja de que, si se quiere eludir la retención del 20%, se pueden vender durante el mes de enero de forma que la tributación en ese mismo porcentaje se demora a junio del 2000.

El vicepresidente segundo y ministro de Economía consideró ayer estos plazos "más que suficientes" y reiteró que Hacienda ha puesto a disposición de las empresas un amplio programa de ayuda.

El otro aspecto polémico es el de la confidencialidad de los datos a aportar a la empresa para que efectúe la retención. En concreto, los relativos a la edad de los hijos, si algunos de ellos es minusválido y en qué grado, si se pasa pensión por divorcio y si el cónyuge percibe rentas superiores a las 100.000 pesetas.

Confidencialidad

La Agencia de Protección de Datos, a la que inicialmente no se la había informado, reclamó a Hacienda que se especificase la obligación por parte de las empresas de preservar la confidencialidad de los datos aportados. Hacienda subraya que se trata de una información voluntaria y que el decreto aprobado ayer especifica que se ha de cumplir al respecto lo establecido en la Ley de Protección de Datos.Para los asalariados, el suministro de estos datos permitirá rebajar su retención de forma que se ajuste más a la factura fiscal en junio del 2000. Rato explicó que las nuevas retenciones del trabajo suponen una rebaja media del 17,5%, unas 6.000 pesetas por nómina (en 14 pagas). Esta cantidad será más elevada cuanto mayor sea la nómina. Habrá, además, un millón de asalariados de ingresos bajos a los que no se practicará retención.

El coste total de la reforma aprobada ayer asciende a 683.642 millones de pesetas, con la siguiente distribución: 776.242 millones de menos ingresos por retenciones del trabajo, 62.000 millones menos por la rebaja al 18% en los depósitos bancarios y aumento de 155.000 millones por fondos de inversión y seguros.

Esta rebaja en 1999 no es recuperable en el 2000, porque habrá también devoluciones al no contemplarse, por ejemplo, la deducción por vivienda en el cálculo de las retenciones. Tiene además el inconveniente de que durante 1999 habrá algo más de un billón de pesetas de devoluciones correspondientes a 1998.

Esto pone en cuestión el incremento del 2,6% en la recaudación por IRPF prevista para 1999 sobre el resultado de 1998. Al respecto, Rodrigo Rato negó que el real decreto aprobado ayer implique "grandes riesgos" respecto de ese objetivo de recaudación. En 1998, argumentó, "se ha llevado a cabo un saneamiento presupuestario" con la aceleración de las devoluciones de renta.