Entre 1.250 y 1.500 viviendas de Jaén tienen deficiencias de habitabilidad

Entre 1.250 y 1.500 viviendas de Jaén capital no disponen de "luz, agua, saneamientos... infraestructuras que permitan hablar de vivienda", según explicó ayer Francisco López Megías, miembro de la comisión del Consejo Económico y Social de la ciudad, que ha elaborado un informe sobre chabolismo e infravivienda. López Megías subrayó que esos datos aparecen en un documento oficial, el Plan General de Ordenación Urbana, publicado en 1995.

Pese a que han transcurrido más de tres años desde entonces, López Megías consideró que no sólo no se ha mejorado, sino que puede ser que "el problema se haya agravado". De ese grupo de viviendas, cuya cifra exacta no ha sido posible definir, 223 reciben directamente el "calificativo de infravivienda", puesto que sus dimensiones oscilan entre los 18 y los 40 metros cuadrados. En algunos casos, además, están habitadas por familias numerosas. Como dato, el CES incluye en su informe el ejemplo de una casa de 22 metros cuadrados con 11 inquilinos. Una de las características que pone de manifiesto el informe es que "no es problema de un barrio", puesto que pueden encontrarse tanto el casco antiguo como fuera de éste. Además, se da la circunstancia de que en los lugares donde se localizan "hay concentración" de infraviviendas, a lo que se une la "falta de alcantarillado, saneamientos interiores y hacinamiento". Antes de iniciar la exposición, López Megías quiso dejar claro que desde que el CES comenzó a elaborar su informe, a finales de mayo de este año, se ha reclamado a la Junta de Andalucía información para poder completar el estudio. Los datos no fueron facilitados. Por eso, no se sabe el número exacto de personas que viven en estas viviendas. El CES fue muy crítico tanto con el Ayuntamiento como con la Junta, aunque especialmente con el primero, al que reprochó no haber asumido "mayor iniciativa en este aspecto". Desde 1992 se han impulsado dos planes de vivienda para erradicar el chabolismo. El informe del CES demuestra que en el primero sólo se actuó en el 2% de las 150 viviendas que se proponía mejorar. Pero además, "el dinero ocioso" que no se utilizó "no se incorporó al segundo plan", que tiene una vigencia 1996 y 1999. Además, el CES reprocha que la intervención prevista para este periodo "se reduce a un tercio" de la planteada en el primer plan.