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Bombardear Irak

Un ataque aéreo contra Irak puede estar en camino en el momento en que los lectores lean este periódico. (...) Aunque los aviones y misiles no vayan tan rápidos, las previsiones son que bombardeo se producirá pronto, entre el corto espacio de tiempo en que la destitución de Clinton avanza y el comienzo, esta semana, del mes santo musulmán del Ramadán. (...) Es indudablemente algo horrible contemplar el sistemático bombardeo de objetivos en Irak, un bombardeo que ciertamente se cobrará vidas inocentes que actúa sobre una sociedad ya gravemente dañada por años de guerra seguidos de años de sanciones y aislamiento. (. . .) Lo que ha cambiado desde la última crisis es que Estados Unidos y el Reino Unido manifiestan una nueva y más pública determinación de acabar con Sadam. (...) Atacando objetivos tales como sus palacios, las instalaciones militares y órganos de inteligencia, un bombardeo podría precipitar un golpe de Estado. (...) ¿Y qué ocurre si después de una campaña sostenida no se produce un debilitamiento evidente del régimen? ¿Seguiremos, simplemente bombardeando? Estas son cuestiones difíciles. Sadam disfruta de una falsa lealtad entre los iraquíes, exceptuando quizá su región natal de Tikrit. Por lo que conocemos de los sentimientos iraquíes, la población culpa tanto a Sadam como a Occidente por su catastrófica situación, por la cual ellos imploran desesperadamente que llegue el final. Bombardear solamente estará justificado, para nosotros y para ellos, si contribuye claramente a un resultado válido.

17 de diciembre

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