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TRIBUNALES

Dos policías de Orihuela, juzgados por apalizar a un marroquí

Un día después de la Navidad de 1996, el ciudadano marroquí Essabah Sallam estaba bebido en una calle de Orihuela. Los policías locales Juan Manuel Grao y Manuel Trinitario Tortosa recibieron una llamada porque Sallam estaba alterando el orden y, como éste se negó a identificarse, decidieron trasladarlo hasta comisaría. En el coche recibió supuestamente varios golpes, que continuaron en las dependencias policiales, y tras la paliza fue abandonado semidesnudo en un pantano. Sellam tuvo que recorrer descalzo los siete kilómetros que le separaban de la pedanía de Hurchillo, donde pidió auxilio. De demostrarse ciertos estos hechos, que el miércoles fueron juzgados en la Audiencia de Alicante, los dos policías podrían ser condenados a ocho años de cárcel cada uno por sendos delitos de detención ilegal y lesiones. Las defensas de los dos agentes se basaron en "la falta de pruebas" para negar esta versión de los hechos y sostener la tesis de que las lesiones que presentaba Sallam se las produjo él mismo, con el objeto de cobrar la indemnización. "Existen muchos casos similares y, también en Orihuela, un magrebí saltó al paso de un vehículo y consiguió cobrar", alegó uno de los letrados. La acusación particular consideró que estas conclusiones "tienen tintes xenófobos" y pidió al tribunal "una condena ejemplar y ejemplarizante".

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