Transportes y Agricultura muestran sus discrepancias sobre el TAV

Los departamentos de Transportes y Agricultura dejaron claras ayer en Vitoria sus diferencias sobre el proyecto de Tren de Alta Velocidad (TAV) que debe unir las tres capitales vascas. Mientras que para el primero el TAV es necesario, Agricultura recalcaba horas después el respeto que se debe prestar a las superficies dedicadas a la producción agraria y forestal. Las Jornadas sobre el sistema ferroviario vasco que se celebran en la capital alavesa fueron el marco de su desencuentro.

La celebración de las jornadas, que hoy prosiguen en Vitoria y mañana concluyen en Bilbao, estuvo amenizada todo el día por las reivindicaciones de los miembros de la Asamblea contra el TAV en las afueras del Palacio de Congresos Europa. En su interior, Enrique Ponte, director de Infraestructuras del Transporte, recordaba que lo que se presenta estos días es fruto de 14 años de trabajo para renovar una red ferroviaria del siglo XIX. "Las líneas siguen manteniendo trazados que se hicieron con las posibilidades de ingeniería de hace 150 años, como el tramo que va de Bilbao a Vitoria. Esto ha llevado a que el uso del ferrocarril sea minoritario", explicó Ponte, quien preguntó al público quién había llegado a Vitoria en tren. Del centenar de participantes, sólo dos habían usado el ferrocarril. Tampoco las empresas se decantan ya por este medio de transporte para llevar sus mercancías. Ponte destacó que el proyecto del TAV, conocido como el de la Y ferroviaria, prevé la llegada de ramales hasta los puertos de Bilbao y Pasajes, lo que además descongestionaría el tráfico por carretera. Ante estos proyectos de Transportes, el Departamento de Industria, Agricultura y Pesca ya ha indicado que "cualquier acción sobre el territorio ha de tener en cuenta la superficie dedicada a la producción agraria y forestal, sin olvidar los espacios naturales protegidos", como señaló Esperanza Hernández Txapartegi, directora de Ordenación e Investigación del Medio Rural. Entre las recomendaciones que se han realizado desde esta consejería figura la de no perturbar las zonas de paisajes poco alterado o la adaptación de las infraestructuras al relieve. Los agricultores y ganaderos de las zonas afectadas son los principales opositores a esta infraestructura. Ayer quedó claro que los sindicatos urbanos no se muestran contrarios al TAV (Comisiones y LAB tienen discrepancias con el proyecto, pero no se oponen frontalmente), mientras que los representantes agrarios (de EHNE o denominaciones de origen afectadas, como la del queso Idiazábal) se resisten a la construcción de esta red porque rompe las comunicaciones en el medio rural y las peculiares explotaciones agrarias y ganaderas vascas. A este respecto, Esperanza Hernández insistió en que "la alternativa que se adopte no ha de la más económica o la mejor técnicamente, sino que tiene que ser la socialmente más aceptada".