Nuevas protestas en Toulouse tras la muerte de un joven magrebí a manos de la policía

Ni el procesamiento por homicidio involuntario del jefe de la patrulla policial Henri Bois, ni la detención de los otros tres agentes que le acompañaban el domingo por la noche, cuando Bois disparó y acabó con la vida de un magrebí de 17 años en Toulouse que huía en un coche robado, han conseguido apaciguar los exaltados ánimos de los jóvenes de los barrios denominados "sensibles" de esa capital del suroeste francés.

Pese a los llamamientos a la calma efectuados por el padre de la víctima, más de 70 vehículos y un autobús han sido pasto de las llamas en las dos jornadas de disturbios desatadas en esa población tras la muerte del joven Habib y que hasta ahora se han cobrado nueve heridos, ocho policías y un periodista. Y como ocurre en estos casos, la actuación de los pirómanos de Toulouse ha encontrado sus imitadores en otros barrios de otras capitales francesas como en Cholet, donde los encapuchados hicieron una fogata con seis coches de un aparcamiento.Ayer, cinco sindicatos policiales se solidarizaron con sus compañeros de Toulouse, mientras unos 2.500 vecinos se manifestaban ante la comisaría de policía. El primer ministro francés, el socialista Lionel Jospin, pidió ayer a los jóvenes de los barrios periféricos de Toulouse que "tengan confianza en la justicia". Jospin propugnó una visión republicana del problema en la que la "violencia no consigue hacer avanzar los derechos".