_
_
_
_
_
CRÍTICAPOP

A por el certificado de calidad

Gira Aterrizaje Pop 98 Alternative Scream, Las Máquinas y Una Sonrisa Terrible. Roxy Club. Valencia, 11 de diciembre de 1998El logotipo de ciertas compañías discográficas impreso en la funda de un álbum se convierte, en ocasiones, en el único reclamo necesario para los fans de determinados estilos musicales e, incluso, en un oportuno y valioso certificado de calidad. El sello independiente valenciano Matarile Pop Records, creado por la promotora de conciertos del mismo nombre, todavía es joven y, por eso, aún debe dar algunas muestras más de su buen olfato para que pueda considerarse su ingreso en tan distinguido club, pero su reputación, entre la comunidad de aficionados al pop alternativo, crece a pasos agigantados gracias a un pequeño, pero consistente, paquete de nombres (Una Sonrisa Terrible, Ciudadano López o Capitán América). La actividad de la discográfica incluye la organización de la gira Aterrizaje Pop en la que los grupos de su catálogo pueden foguearse sobre el escenario junto a otros bastante más populares. Era la primera vez, aunque ya va por su segundo año de vuelo, que el festival itinerante recalaba en la capital valenciana y, quizá para no restar protagonismo a sus bandas, los responsables de Matarile optaron por un cartel (o escaparate) privado de artistas de relumbrón. A Una Sonrisa Terrible les tocó accionar las palancas del despegue con un cargamento de exquisiteces que unas veces se miran en el espejo del blues y el rock más elegante, y otras, con mayor acierto, buscan refugio en el pop de inspiración donostiarra. Las Máquinas, como ya es habitual, bordaron un concierto sublime a base de pop hipervitaminado y acicalado con los tórridos vientos (soul y funk a raudales) de Los Fabulosos Tórmicos. El cuarteto de Aspe Alternative Scream, el último fichaje de Matarile, ofrecieron la mayor sorpresa de la velada. El suyo es un pop de alto voltaje que, era cuestión de tiempo, ha dado la espalda al grunge para explorar el legado de Pixies o Surfin" Bichos. Dos detalles estimables: sus trabajadísimos ritmos y esas dos guitarras acompañadas a la perfección y, en algunos momentos, tremendamente imaginativas.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_