Le Pen consuma la ruptura en el ultraderechista Frente Nacional

El presidente del Frente Nacional (FN) ha dado ya todos los pasos para provocar la escisión en su partido y consumar la ruptura. Visto que la destitución de Bruno Mégret del cargo de delegado general no surtía mayores efectos en las filas rebeldes, ayer optó por la expulsión pura y dura no sólo del antiguo número dos del FN sino también de otros cuatro altos dirigentes alineados en el sector megrista.Le Pen compareció ayer nuevamente ante los medios informativos para explicar estas decisiones y tratar de convencer a la militancia de que el movimiento que dirige Bruno Mégret carece de consistencia y de futuro. Una tarea titánica vistas las nutridas listas de cargos electos y dirigentes del partido que en línea con el destituido delegado general reclaman un congreso extraordinario.

Al igual que en las jornadas precedentes, el líder del FN vertió sus insultos contra su antiguo número dos, al que llamó "felón" y "traidor", pero sus ataques adolecieron de la arrogancia de otros días y sus grandes invocaciones a la patria, "Francia está en peligro", sonaron a recurso de condenado. Pese a rodearse de sus fieles, el jefe natural de la ultraderecha se mostró desbordado por la revuelta que amenaza su otrora indiscutido liderazgo.