Los alumnos de 3º de ESO de 58 institutos estudian en barracones
La generalización del tercer ciclo de Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) en la Comunidad Valenciana no ha escapado este año a los problemas que arrastran los dos tramos educativos anteriores. Mientras el 70% de los estudiantes valencianos de 1º y 2º de Secundaria continúan escolarizados en colegios de Primaria, Educación ha tenido que habilitar este curso aulas prefabricadas en 58 institutos de una cuarentena de municipios para poder atender a los jóvenes de entre 16 y 18 años, que por la reforma LOGSE deben continuar escolarizados. En la misma tónica que los tres años anteriores, las poblaciones más afectadas siguen siendo las del llamado cinturón rojo de Valencia y las alcaldías en manos de la oposición. La habilitación de barracones -según se desprende de la documentación aportada a las Cortes por el propio consejero de Educación, Francisco Camps, a pregunta expresa de la diputada María Ángeles Martínez Esplà, del grupo parlamentario de Esquerra Unida-Els Verds- afecta fundamentalmente a las dos capitales de provincia, Valencia y Alicante, que arrastran un déficit de infraestructuras escolares endémico, y a núcleos urbanos tan importantes como Elx, Benidorm o Dénia. Con todo, las poblaciones más afectadas, y donde el recurso de los barracones se está prolongando de año en año, siguen siendo las que cuentan con ayuntamientos mayoritariamente socialistas. En la provincia de Valencia de las 15 ciudades en las que se han tenido que habilitar aulas prefabricadas, 12 de ellas (la mayoría se caracterizan por ser núcleos urbano-industriales importantes) están gobernadas por la oposición socialista. Éste es el caso de Torrent, Manises, Mislata y Xirivella. El resto, corresponde a cabeceras comarcales como Tavernes Blanques o Benifairó de les Valls, cuyo único instituto recibe alumnos de otros cinco municipios pequeños de los alrededores; o a pequeñas poblaciones como Enguera y Picanya. En la provincia de Alicante, que tradicionalmente tiene el déficit más alto de construcciones escolares, la cifra de barracones se dispara hasta 30 institutos de 17 municipios. Proceso de "chabolización" El agravante de la situación se centra en que los más afectados son los municipios que tienen mayor densidad demográfica: Elx (más de 200.000 habitantes) se han habilitado barracones en cinco institutos; Benidorm (50.000) y Orihuela (más de 50.000), en otros tres centros; y Sant Vicent del Raspeig (40.000) y Dénia (30.000), ambos con sendas aulas prefabricadas en sus respectivos institutos. La explicación a la situación en que se encuentra la ESO en la Comunidad Valenciana es, en opinión de la diputada Martínez Esplà, producto del bajo índice de ejecución de los presupuestos destinados a inversiones escolares y del incremento desproporcionado de recursos para la enseñanza privada-concertada. "Ambas estrategias están provocando la chabolización de la enseñanza pública". Para la diputada de EU-EV, el incumpliento de la ejecución de los presupuestos destinados a nuevas construcciones y adecuaciones en centros escolares ascendió en 1997 a más del 50%. Esto es, de 12.950 millones presupuestados, sólo se han ejecutado 6.692 millones. "Todos estos parches", sostiene Martínez Esplà, "no vienen sino a paliar de forma provisional las carencias en inversiones. La diputada destaca, además, que este tipo de actuaciones en forma de parches suponen dinero "a fondo perdido". El coste del montaje de las aulas prefabricadas en estos 58 institutos asciende a casi 46 millones y el mantenimiento ronda los 150 millones anualmente. Martínez Esplà destaca también el coste de la fórmula de alquilar locales a precio de oro, como es el caso de Mutxamel, cuya renta mensual asciende a casi dos millones de pesetas, precisamente, al colegio privado Cebat.
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