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La escasez de suelo es la principal causa del encarecimiento de los pisos, según los expertos

VIENE DE LA PÁGINA 1 Pero además, como explica, Mikel Echavarren, director del área inmobiliaria de la consultora Arthur Andersen, "los precios de la vivienda no bajarán. Los tipos bajos de que se disfruta gracias a la convergencia europea servirán para que los promotores puedan endeudarse a un coste razonable y acumulen reservas de suelo". Para hacerse una idea, en la vieja época los promotores trabajaban con una tasa interna de rentabilidad del 20% y ahora lo hacen con un 15%, es decir, el mercado se muestra inflexible a la bajada de precios. En cambio, tanto Echavarren como Suárez coinciden en que la falta de suelo es uno de los problemas más graves, e incluso va a determinar que la vivienda siga subiendo muy por encima de la inflación. En opinión de Echavarren, "el ejemplo más claro es el de Madrid: con una inflación del 2% anual, el suelo está subiendo un 25% al año. Diferencias tan importantes tendrán que repercutir en el precio final de la vivienda". Según la APCE, el precio del suelo en Barcelona ha subido al mismo ritmo, del orden del 20% en lo que va de año. Espiral irracional La situación está entrando en una espiral irracional. Una familia con ingresos de entre cuatro y cinco millones de pesetas ha de dedicar el casi el 38% del sueldo a pagar la hipoteca, cuando la generación de sus padres destinaba sólo una quinta parte de los ingresos familiares a pagar el alquiler de la vivienda. En Barcelona ciudad el barrio donde la subida es más intensa es Les Corts, donde durante el último año los precios han subido un 21,3% En cambio, Sarrià sigue con los precios más controlados, con una subida de tan sólo un 0,2% en los últimos 12 meses. Según Massot, "lo sorprendente es que la vivienda de segunda mano también está subiendo, y casi al mismo ritmo que la nueva, lo cual no tiene ninguna lógica". Pero la estadística dice que el ritmo actual no resultará sostenible. Se prevé una inminente crisis por la caída de la curva demográfica, una vez que la generación del baby boom haya adquirido su vivienda. En opinión de algún promotor consultado, esta fase se iniciará en el 2004; en cambio, según Ramón Solé, responsable del área inmobiliaria de Arthur Andersen en Barcelona, "este cambio no llegará hasta el 2008, pero resulta evidente y previsible que se producirá una caída de la demanda".

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El precio de los pisos nuevos en Barcelona ha subido más de un 7% en el último año
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