_
_
_
_
XV CONGRESO DEL PCE

Las lágrimas del adiós

Era ya el final del discurso. No había dicho ni una palabra de sí mismo. Julio Anguita hizo una pausa. Miró como si buscara entre los delegados al congreso algún rostro en concreto o quisiera grabar en su corazón el rostro todos. Permaneció en silencio escasos segundos. Luego, dijo: "Salud. Buen congreso. Y permitidme una licencia personal e impropia de mi carácter: ha sido un honor ser vuestro secretario general".La sala, entonces, se vino abajo. Fue un aplauso cerrado y prolongado con todos los asistentes puestos en pie. Anguita no sabía dónde mirar. Aparentemente, desconcertado, empezó él también a aplaudir. Intentó acallar los aplausos que resonaban mucho más porque no se oía ni una sola palabra en la sala.

Más información
Anguita se despide del PCE con una llamada a los comunistas para que defiendan sus valores

Se llevó las manos a la frente y las bajó a los ojos, en los que comenzaban a brillar las lágrimas. Juntó sus manos en oración pidiendo que cesaran los aplausos. Nadie le hacía caso, y durante tres larguísimos minutos un Julio Anguita claramente emocionado pasaba su vista, tímida, sobre la gente que, puesta en pie, seguía aplaudiendo.

Cuando por fin logró sentarse en la silla, para recibir el abrazo de José Luis Núñez, que estaba a su lado, la mano del ex secretario general del PCE buscó algo por encima de la mesa. Era un gesto casi mecánico, sólo justificado por los nervios. Un delegado, gritó: "¡Bebe agua!", y Anguita, con los ojos brillantes y húmedos, supo ya qué hacer con su mano. Cogió el vaso y bebió un sorbo de agua.

No fue pródigo el congreso en sus ovaciones. Pero alguna hubo. Por ejemplo, la que se llevó Agustín Moreno, del sector crítico de CC OO, cuando se anunció su presencia. También Nicolás Redondo recibió una cariñosa bienvenida de los asistentes. Más calurosa que la que dedicaron a José María Fidalgo, que acudió en representación de Antonio Gutiérrez, líder de CC OO. Cándido Méndez, secretario general de UGT, recibió un aplauso cortés.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_