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El ex dirigente de HB Olarra saldrá a diario de prisión, sin vigilancia policial

Aurora Intxausti

El ex dirigente de HB José María Olarra abandonó ayer durante dos horas la prisión de Martutene para visitar a su esposa que ha sido sometida a un trasplante de médula en el hospital Nuestra Señora de Aránzazu de San Sebastián. Olarra se encuentra encarcelado junto a 22 miembros más de la Mesa Nacional de HB por colaborar con ETA, al difundir un vídeo durante la campaña de las elecciones generales de 1996.La juez de vigilancia penitenciaria Ruth Alonso ha autorizado al recluso a que todos los días pueda abandonar la cárcel, sin vigilancia policial, durante el tiempo que dure el tratamiento a su esposa y trasladarse al centro sanitario. El director de la prisión pidió una explicación a la juez sobre esa medida y ésta le replicó que no era necesario que el interno fuese acompañado por la fuerza pública. La juez ordena también que se dirija un oficio a los Servicios Médicos de Hematología del citado hospital para conocer el tiempo que durará el tratamiento de poliquimioterapia a la esposa de Olarra. El Ministerio del Interior ha expresado su malestar por la decisión judicial. Es probable que el fiscal recurra la orden de la juez.

Mientras se concede este permiso a Olarra, el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón ha rechazado la petición del miembro de las Juntas Generales de Guipúzcoa Xabier Alegria, en prisión preventiva por el caso Egin, para poder trasladarse a la prisión de Martutene y asistir a los cuatro plenos de las Juntas que están previstos para este mes. Garzón desestimó la petición de Alegria tras recibir un informe del fiscal en el que manifiesta su oposición a los traslados por considerarlos "no procedentes". Alegria ingresó en prisión tras el cierre del periódico Egin ordenado por Garzón en relación con la investigación de ese diario. El auto judicial dice que Alegria es uno de "los delegados que van a tener una relevante actividad en el proceso jurídico-mercantil de ocultamiento de bienes de Orain-Egin para salvar al periódico entre marzo de 1993 y julio de 1998, y cuyos efectos permanecen, buscando exclusivamente el perjuicio a la Seguridad Social".

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Sobre la firma

Aurora Intxausti
Coordina la sección de Cultura de Madrid y escribe en EL PAÍS desde 1985. Cree que es difícil encontrar una ciudad más bonita que San Sebastián.

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