La petición de otro orden ecónomico abre el congreso del Tercer Milenio

Los dos conferenciantes que abrieron en Valencia el tercer y último encuentro sobre el Tercer Milenio, programa organizado por el Ayuntamiento que preside Rita Barberá para actualizar y redefinir la cincuentenaria Declaración de Derechos del Hombre, abogaron ayer por regular y acotar la omnipotencia del mercado, como paso previo a la necesaria revisión de varios esquemas que redefinirán el funcionamiento de la actual sociedad. Javier de Lucas y Jesús Ballesteros, ambos catedráticos de Filosofía del Derecho, Moral y Política en la Universidad de Valencia, reflexionaron ayer en la Lonja sobre la forma de llegar Hacia una nueva cultura de la responsabilidad. El primero partió de dos terminos que ya son de uso común, la globalización y la multiculturalidad, para demandar de la sociedad y, por tanto, de todos los individuos, solidaridad. "La solidaridad en la sociedad global implica que todos tienen todos los derechos". Y eso implica, dijo De Lucas, que la solidaridad debe implicar "la inclusión del diferente " en la sociedad, la superación del "cánon occidental" para no "vaciar de contenido la identidad del diferente" y la superación de los esquemas económicos actuales, lo que pasa por la "regulación del mercado" para que los "seres humanos" del tercer mundo "no sean menos seres humanos que nosotros". Relaciones norte-sur En ese sentido, De Lucas aclaró que, desde su punto de vista, la tan cacareada globalización no conduce a la "universalización" del bienestar y el progreso, porque el otro mundo "sufre la progresiva restricción de sus derechos". Para romper esta dinámica, la responsabilidad debe conducir a una solidaridad plasmada no en la ayuda concreta del rico al pobre, sino en políticas que fomenten el desarrollo del tercer mundo, y "en el deber de intervención humanitaria frente a la violación de cualquier derecho". Jesús Ballesteros incidió, aunque de manera indirecta, en la nueva filosofía que debe regir las relaciones norte-sur, aunque en este caso, desde la perspectiva de lo que definió como "responsabilidad ecológica". En opinión de Ballesteros, los males que aquejan a la biosfera, desde el discutido cambio climático hasta los ataques a la biodiversidad, nacen de una sociedad tecnocrática, en la que el hombre está por encima de la naturaleza. Por ello, la responsabilidad actual del hombre pasa por fomentar una nueva relación con la tierra, basada en una "reducción del consumo, la producción no contaminante y la reutilización y el reciclaje de recursos", promulgó Ballesteros. Todo ello, "porque la responsabilidad del consumidor del norte" es ayudar a sus congeneres de otras partes menos favorecidas del mundo, en las que 800 millones de personas pasan hambre. Una mesa redonda en la que participaron profesores universitarios, periodistas o políticos cerró la primera jornada de la definitiva entrega del Tercer Milenio.