¿Cuando juzgarán a nuestros Pinochet?

Claro que nos alegramos de que le hayan quitado la inmunidad al inmundo general Pinochet. Claro que esperamos que los demás dictadorzuelos que pululan por el mundo pongan ahora sus barbas a remojar. Es algo saludable el que los dictadores se queden confinados en sus países, so peligro, en cuento salgan de sus fronteras, de ser detenidos y enjuiciados por crímenes contra la humanidad El que los gobiernos de muchos países se alegren de la decisión de los lores ingleses de dejar a Pinochet sin capa protectora no es sino pura hipocresía. ¿Cómo se atreven en Estados Unidos a levantar una sola voz sin que nadie de la CIA o la ITT vaya a la cárcel? ¿Cuántos de los gobiernos que ahora se alegran por esa decisión no han vendido armas al ejército de Pinochet para que cometiera con ellas su felonías? Este ejercicio de hipocresía, pura política por otra parte, tampoco nos causa desazón. Ya lo esperábamos. Entonces, ¿por qué no estamos contentos? Veamos. En Argentina, mal que bien, los militares golpistas fueron juzgados y condenados. Sus horribles crímenes son conocidos por toda la humanidad para su mayor vergüenza. Una ley de punto final los sacó de la cárcel. En Chile, los partidos opositores son legales y pueden criticar con la boca pequeña a los fascistas. Ahora se está en pleno ajuste de cuentas con los años de la dictadura militar. En los países del Este europeo las viejas guardias comunistas han desaparecido y la historia se encargará de ponerlas en el oscuro lugar que se merecen. En China, un mercado de más de mil millones de personas impide que se ponga precio a la cabeza de los dictadores comunistas. Del "Free Kuwait" de aquellos años de Tormentas en los Desiertos estamos en el "Free Petróleo". Mientras que con Hassan II se tiene benevolencia, por si Ceuta y Melilla. Todo esto y más tenemos medianamente claro. Entonces ¿por qué nos sabe a poco lo de Pinochet? Quizás sea porque nos han robado 40 años de vida y nadie ha pedido cuentas con el pasado. Quizás porque el dictador por excelencia nos tocó a nosotros y se murió de viejo, y en la cama. Quizás sea porque muchos de los que ahora se alegran de que Pinochet sea juzgado no hicieron lo más mínimo para que Franco y los suyos fueran juzgados y se avinieron de muy buenas ganas a compartir tarta y mantel con ellos. Quizás sea porque nos escamotean la historia de lo que fuimos. Quizás porque nadie nos ha pedido perdón por lo que nos hicieron. Muchos quizás. Demasiados para poder olvidar... y perdonar.-