Lacalle pidió a Aena que cediera la gestión de la carga del aeropuerto

Enrique Lacalle, delegado del Estado en el Consorcio de la Zona Franca (CZF), explicó ayer que había propuesto al ex director de Aeropuertos Nacionales (Aena) que la gestión de la terminal de carga del aeropuerto se hiciese desde Cataluña, aunque fuera con una empresa mixta. Lacalle afirmó que la propuesta se halla encallada por el cambio en la dirección de Aena y que dirigentes del Ministerio de Fomento han expresado reparos ante lo que sería un precedente descentralizador.

El delegado del consorcio está convencido de que una gestión que implicara a los empresarios catalanes, a través de las cámaras de comercio, sería mucho más beneficiosa para el aeropuerto. Lacalle recordó que los movimientos de carga aérea desde El Prat se hallan hasta cinco veces por debajo de su techo potencial. El Consorcio de Barcelona obtendrá 3.000 millones de pesetas de beneficios a finales de 1998, debido en buena parte a la venta en abril del centro comercial Barcelona Glòries al fondo de inversión Rodamco, operación que le aportó unas plusvalías de 1.500 millones de pesetas, añadió Lacalle durante un encuentro en Barcelona con un grupo de periodistas. Al repasar los proyectos del consorcio para el futuro, Lacalle citó las obras del Parque Logístico de la Zona Franca, con una inversión inicial de 13.000 millones de pesetas. La previsión es que estén terminadas en el año 2003. La segunda fase de este parque supondría una inversión de 30.000 millones más, aumentaría la superficie de 40 a 120 hectáreas y podría empezarse una vez conseguido un acuerdo con SEAT para que la empresa automovilística deje parte de los terrenos que sigue ocupando en la Zona Franca. El CFZ tiene previsto rentabilizar sus propiedades inmobiliarias y vender el polígono de Vilafranca, "ya que hay varias empresas internacionales interesadas en promover un centro comercial similar al de La Roca Factory". El propio consorcio podría participar en el proyecto. Sobre el parque industrial proyectado en el barrio barcelonés del Poblenou, Lacalle dijo que se empezará a construir en marzo de 1999, se acabará en el año 2000 con una inversión de 1.400 millones de pesetas y será ocupado por empresas pequeñas con necesidades de almacén, naves y oficinas.