Planes grandiosos

Señor alcalde de Madrid, es asombroso levantarnos cada mañana leyendo los planes grandiosos que se le ocurren. Ahora nos enteramos de su proyecto de construir un Madrid subterráneo. Pues bien, señor alcalde, me opongo tajantemente. Aparte de que no quiero contribuir económicamente con algo que me parece aberrante, deseo decirle que me gusta ver el sol cada mañana cuando salgo a la calle, y si tengo que utilizar el vehículo privado me encanta contemplar el paisaje, ver cómo llueve a través de los cristales y sentir el calor, el frío y el bullicio de la gente. No quiero verme atrapada en un túnel oscuro donde mis únicos compañeros sean las paredes de cemento y los miles de automóviles con sus emanaciones de gas reconcentrados en un mismo lugar.Por favor, ¡váyase, señor alcalde, con sus sueños de grandeza a otra parte!, y déjenos a los madrileños con la esperanza de ver algún día que nuestro Ayuntamiento se preocupe de humanizar la ciudad.- . .