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FÚTBOL DUODÉCIMA JORNADA DE LIGA

Primer empate valencianista de la temporada

Tuvo que llegar la duodécima jornada de Liga para que por fin empatara el Valencia, que hasta ayer sumaba seis victorias y cinco derrotas. Y lo hizo con más fortuna que otra cosa, pues el Celta llegó a la portería de Cañizares con una frecuencia poco corriente. En el Celta -que sigue invicto en Balaídos-, algunos futbolistas rebosaban motivación al enfrentarse a su ex equipo. Karpin, por ejemplo, actuó enrabietado desde la banda derecha y propició muchas ocasiones de gol. La misma actitud mantuvo Penev, que se partió el alma con los tres centrales valencianistas y los venció a menudo. Con la participación indispensable de Sánchez, que se vengó del desprecio de su ex equipo (que no lo quiso en diferentes ocasiones) con un gol que acreditaba su instinto.También Mazinho, traspasado del Valencia al Celta a precio de banana -según definió el propio jugador-, luchó con coraje por el control del centro del campo. Y lo obtuvo. El equipo de Víctor Fernández llegó a tener un 64% de posesión del balón en el primer tiempo, jugando casi siempre al primer toque.

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El Valencia frena la racha del Celta

Menos añoranzas despierta en Valencia el quinto ex valencianista del Celta: el central argentino Cáceres, que ayer no pudo frenar casi nunca a Claudio López, a pesar de que el Piojo estuvo más gris de lo acostumbrado. Nada nuevo: Claudio López baja notablemente su rendimiento cuando se aleja de Mestalla, donde ha conseguido todos sus goles: seis.

Para bien o para mal, las pautas del partido siempre las marcó el Celta, dijo Víctor Fernández, para quien su equipo sólo pagó el esfuerzo del miércoles ante el Liverpool en los últimos 15 minutos.

Sobre el buen juego del Celta, Claudio Ranieri no tenía ninguna duda tras el partido. "Lo sabía. El Celta lo hace todo bien: maneja muy bien el balón, sabe cuándo ir despacio, cuándo cambiar de ritmo, toca muy rápido el balón...". El técnico italiano, sin embargo, se mostró irritado con el rendimiento de su equipo. "El Valencia que juega en Mestalla y el que lo hace fuera no tienen nada que ver. Son como dos equipos distintos. Cambia mucho la actitud", expuso Ranieri, que no entiende por qué su equipo sólo ha logrado un empate y una victoria a domicilio si es un experto en el arte del contragolpe.

El meta Cañizares evocó su pasado céltico, cuando "el equipo era mucho más humilde". "Aquí debutado en Primera y aquí conseguí el primer premio Zamora de la historia del Celta", dijo.

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