400 presos de Soto serán trasladados para reducir el hacinamiento, según un sindicato
Las condiciones de vida en la cárcel de Soto del Real prendieron ayer la mecha de la polémica. Después de conocerse la muerte de dos reclusos en menos de 24 horas (supuestamente por drogas), los sindicatos anunciaron que unos 400 presos del centro iban a ser trasladados para reducir el hacinamiento de la cárcel, extremo que la Dirección General de Instituciones Penitenciarias desmintió. Los sindicatos, sin embargo, insistieron en que la iniciativa de descongestionar la cárcel de Soto se adoptó el miércoles en una reunión de directores de centros penitenciarios.
Los sindicatos CC OO, UGT y ACAIP mantienen que la cárcel de Soto del Real, abierta en marzo de 1995, está saturada desde que se cerró la prisión de Carabanchel. Según los cálculos de los sindicatos, hay 1.548 presos (muchos de ellos preventivos y unos 200 en tratamiento con metadona), cuando su capacidad máxima es de 1.008 internos.Para abordar la situación "delicada" de la cárcel de Soto se reunieron el pasado miércoles en Madrid los directores de las prisiones de Navalcarnero, Aranjuez, Valdemoro, Meco, Alcalá I y II, Ocaña I y II y Guadalajara, según indicó ayer el sindicato ACAIP. Allí se acordó enviar un centenar de presos a Ocaña para comenzar a descongestionar el centro de Soto y evitar nuevos conflictos, según estas fuentes. El resto de reclusos serán trasladados paulatinamente a Valdemoro y Navalcarnero, mantiene ACAIP.
La Dirección General de Instituciones Penitenciarias, dependiente del Ministerio del Interior, confirmó que se celebró el encuentro, pero para analizar otros asuntos. "En la reunión no se habló de nada de Soto, puesto que esa cárcel está en los límites establecidos. El centro tiene una capacidad para 1.500 presos y en estos momentos hay 1.490 internos", indicó la portavoz de este organismo.
Investigación
Mientras tanto, dos inspectores de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias pasaron ayer todo el día en la cárcel de Soto para investigar las causas de la muerte en menos de 24 horas de dos presos en la prisión. Los fallecidos, Gloria, de 35 años, y Pablo, de 24, eran toxicómanos y seguían un tratamiento con metadona. Ambos se encontraban en módulos que tienen asignado un mayor control sanitario: los de tránsito y de enfermería. Los funcionarios sospechan que perdieron la vida por una sobredosis de heroína. Los trabajadores de la prisión, el personal de la enfermería y varios reclusos prestaron ayer declaración.Los sindicatos ACAIP, CCOO y UGT dicen que han muerto 35 presos en la cárcel en tres años y achacan las dos últimas muertes a la masificación de la cárcel y a la avalancha de presos procedentes de Carabanchel, preventivos, que son un tipo de reclusos con una relación directa con la calle y que padece los principales problemas de consumo de drogas. Según los sindicatos, el tráfico de droga se ha disparado en la cárcel, y a eso hay que añadir la falta de personal para atender las dependencias carcelarias y la enfermería.
En el interior del centro trabajan 270 funcionarios y los sindicatos dicen que hacen falta otro medio centenar más en los módulos y otra decena de sanitarios en la enfermería.
Los funcionarios también denunciaron el escaso control en los programas de dispensación de metadona y su mezcla con otro tipo de drogas.
La Coordinadora de Solidaridad con los Presos denunció ayer la falta de personal especializado para atender a los pacientes drogodependientes.
Instituciones Penitenciarias mantiene que la situación en la cárcel no es alarmante y asegura que no hay más de dos reclusos por celda. Además se asegura que el sistema sanitario es correcto. Este organismo volvió a reiterar que es imposible impedir la entrada de droga en la cárcel.
Cristina Almeida, candidata a la presidencia de la Comunidad de Madrid por Nueva Izquierda y el PSOE, solicitó ayer la comparecencia en el Congreso de los Diputados del ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, para que explique la muerte de los dos reclusos de Soto del Real en menos de 24 horas.
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