Aznar insta a sus diputados y senadores a trabajar y dejar de "especular" sobre un adelanto electoral
El presidente del Gobierno y del PP, José María Aznar, se resiste a adelantar las próximas elecciones generales, que él desea celebrar al final de la legislatura y que muchos dirigentes populares quieren anticipar para aprovechar lo que califican como un "momento dulce" del partido. Aznar atajó ayer esas "especulaciones" ante los 289 diputados y senadores presentes en la reunión plenaria de los parlamentarios del PP admitiendo que, aunque ahora hay un buen escenario "para el partido y la sociedad española", se debe seguir trabajando para que haya "otros mejores momentos".
Aznar instó a sus colaboradores a seguir trabajando desde ahora en dos nuevos retos que deben culminarse antes del final de la legislatura: la paz en Euskadi y la lucha contra el paro.El plenario de los parlamentarios del PP es un órgano oficial, fijado por los estatutos, que apenas se convoca y que debería reunir periódicamente a los 289 senadores y diputados nacionales del partido. Su última sesión pública se celebró hace 11 meses, el 26 de enero de 1998. Aznar reunió ayer al plenario en la sede central del PP en Génova para transmitirles varios mensajes, primero de calado interno y luego de trascendencia pública. Dos fueron los ejes de su discurso. En primer lugar, dejó claro que la legislatura acaba de pasar su ecuador y aún queda tiempo para su final. Después, manifestó que en el próximo congreso nacional del partido deben primar sobre todo los debates "ideológicos" más que los personales.
Menos debates internos
Que a Aznar no le gustan las reuniones masivas en el partido es una obviedad. No les ve utilidad y cree que sólo sirven para el lucimiento póstumo de los descabalgados y para la filtración interesada de su contenido a los medios de comunicación. De hecho, cada vez hay menos debates internos en el PP y si se producen obedecen a causas muy determinadas.El presidente del Gobierno y del PP usó ayer el foro de la interparlamentaria para tranquilizar los excitados ánimos electorales de sus diputados y senadores. Y así, de manera indirecta, aplacar el interés de otros dirigentes de su entorno que le aconsejan que adelante las elecciones para aprovechar "el momento dulce que vive el PP". Ayer se encargó de matizar que esa bonanza la atraviesa "la sociedad española" y defendió la necesidad de seguir trabajando para generar más oportunidades de ese tipo.
Es más, Aznar construyó antes de ese mensaje final una optimista reflexión sobre el camino emprendido en estos últimos 20 años por España con la actual Constitución, que ahora celebra precisamente su vigésimo aniversario. Luis de Grandes y Pío García Escudero, dos dirigentes en alza, de la máxima confianza de Aznar y responsables precisamente de los grupos del PP en el Congreso y el Senado, insistieron ayer como portavoces del presidente en que su intervención no quiso ser "autocomplaciente" sino "profunda, seria, rigurosa, complacida y satisfecha".
Fue ahí cuando Aznar animó a sus dos grupos parlamentarios, en el Congreso y el Senado, a emplearse a fondo en lo que queda de legislatura con dos nuevos retos: "Terminar con la violencia y sus secuelas" y "vencer la batalla del desempleo". Del primer objetivo no concretó ni tiempos ni fases de la negociación con ETA. Sólo prometió cumplir su palabra de gestionar el proceso con transparencia. Sobre la lucha contra el paro destacó el nuevo contrato a tiempo parcial.
Aznar admitió como un hecho cierto, según Luis de Grandes, que "se dice en la calle, en los medios, en la sociedad, que éste es el mejor momento para el PP". El propio presidente del Gobierno corrigió esa tesis para destacar que éste "es el mejor momento para la sociedad española y tenemos que seguir trabajando para que haya otros mejores momentos".
Tanto De Grandes como García Escudero evitaron comentar, con distinta fortuna, su opinión personal sobre la conveniencia de un adelanto electoral. Ambos recalcaron que esa prerrogativa corresponde a Aznar, que no se dejará influir por ninguna presión. García Escudero afirmó: "El mensaje de hoy ha sido claro, no hay que perder un minuto en las especulaciones". De Grandes, tras liarse un poco en su introducción, ratificó: "Hemos cumplido una etapa pero ésta no está agotada. El propio Aznar lo ha dicho: "No hay excusa para no seguir y es gratuita la especulación". Eso sí, dejó abierta una puerta a cualquier interpretación: "Si al final se produce algún cambio, que nos pille, como a Picasso la inspiración, trabajando".
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