La primera siembra blanca

El temporal de frío que azota el centro de Europa ha dado un coletazo en nuestra región. Durante la pasada madrugada cayó la primera nevada de la temporada en la sierra madrileña. El alto de Navacerrada, a 1.860 metros sobre el nivel del mar, amaneció con una siembra blanca de entre 5 y 10 centímetros de espesor. La llegada de las primeras nieves ha animado a los amantes de los deportes de invierno y a los empresarios de la estación: si todo sigue así, las pistas abrirán en diciembre.La nieve primeriza no pilló desprevenidos a los trabajadores del puerto. "Estábamos preparados porque el parte ya vaticinaba que iba a nevar", dijo uno de los funcionarios que conducen una de las cuatro máquinas quitanieves dedicadas a limpiar la calzada durante toda la jornada.

La mañana en el alto de Navacerrada parecía la de un día cualquiera de enero: la temperatura era gélida, tres grados bajo cero, nevaba en abundancia, no soplaba el viento y una densa niebla dificultaba la visibilidad.

Los responsables de Deporte y Montaña, la empresa pública que gestiona la actividad en Navacerrada, se frotaban las manos. "Si el mercurio sigue por debajo de cero grados y nos acompaña la climatología, abriremos la estación de esquí para el puente de la Constitución", aventuró Alfonso Varea, consejero delegado de Deporte y Montaña. Anoche mismo se pusieron en marcha los 56 cañones de nieve artificial. Los gigantescos tubos escupieron copos sobre la pistas del Escaparate y el Telégrafo.

Alfonso Varea puntualizó que esta semana se cubrirán de nieve las pistas del Escaparate y el Telégrafo, de un kilómetro de largo. Los primeros días de diciembre pisarán estas pistas las máquinas para dejarlas en óptimas condiciones para el esquí. También se está ultimando la puesta en marcha del nuevo telesilla de Guarramillas, en la pista del Pluviómetro. "Está en rodaje, debe cumplir un periodo de 100 horas de funcionamiento en vacío para garantizar al máximo su seguridad antes de que sea abierto al público", dijo Varea.

Los cinco propietarios de los restaurantes de la estación de Navacerrada no eran tan optimistas. Pepe Arias, dueño de la Venta Arias, de 72 años, asegura que "están disgustados porque cada año viene menos gente a la sierra". "Antes venía el doble de gente y ahora los que vienen no se dejan mucho dinero aquí", aclara.

Las bajas temperaturas también han obligado al Ayuntamiento de Madrid a abrir antes de lo previsto y hasta el 31 de marzo, el albergue municipal para indigentes de Mayorales, en la Casa de Campo, y el refugio de la asociación Casa de los Pobres en el parque del Emir Mohamed, informa Begoña Aguirre.